Columbus 92
EL PAÍS del pasado 7 de enero publicaba un largo artículo de Francisco Rubiales bajo el título Pugna por capitalizar el V Centenario.No es mi intención polemizar con el señor Rubiales sobre quién puede irrogarse la paternidad de la fecha del 12 de octubre, si tienen más derechos España y la Hispanidad, u otros (que incluso podrían ser los americanos). Me limito a subrayar que el 12 de octubre señala, sin lugar a dudas, uno de los hitos más importantes de la historia de la humanidad, una fiesta de todos, del mundo, del progreso: fiesta internacional de la paz, del encuentro entre los pueblos.
Hay, sin embargo, en el artículo del jefe de prensa de la Expo 92 de Sevilla una argumentación inaceptable: afirma, en esencia, que al solicitar la mostra Le Grandi Scoperte 1450-1525, Génova, y por extensión Italia, pretenden competir con la Exposición Universal sevillana. En mi calidad de presidente de la Columbus 92, sociedad totalmente privada nacida para organizar y gestionar las manifestaciones que se celebrarán en nuestra ciudad en 1992, pretendo reafirmar el pleno derecho que asisten a Génova y a Italia no sólo para organizar dicha mostra, aun cuando sea "lanzada con cautela", sino para hacer cuanto esté en sus manos a fin de que el año que se conmemora sea importantísimo para ambas.
El señor Rubiales habla de competencia. ¿Cómo puede pretender que Génova, cuna de Cristóbal Colón, renuncie a celebrar la idea más genial del más grande de sus ciudadanos de hace cinco siglos? Leyendo el artículo salido de su pluma casi da la impresión de que lo que vería con buenos ojos, en vez de ello,, sería una simple adhesión italiana a la Expo de Sevilla, un pabellón sólo para hacer acto de presencia.
No será así, y conviene aclararlo desde ya. Nadie intenta apropíarse de lo que es patrimonio de otros; nadie quiere ignorar la hispanidad de aquella empresa. Pero pedimos a Francisco Rubiales (y a quienes compartan su forma de pensar) que no pretenda olvidar que Colón, con su tozudez, su inteligencia, su fantasía, pertenece a Italia.
Pero sería absurdo iniciar una polémica de campanario, porque a nadie se le escapa que Colón y el descubrimiento de América pertenecen al mundo. Y porque, especialmente en el año 2000, en la era de la tecnología y las comunicaciones, polemizar y hablar de competencia sería impensable.
¿Es que se teme que los probables turistas americanos visiten Italia en vez de España? Infundado temor. De lo que se trata es de crear, llegado el momento, grandes viajes colombinos que sirvan de nexo de unión entre ambas partes, que, como es notorio, cuentan ya con muchos vínculos de amistad.
Génova conmemorará por todo lo alto, en 1992, al más grande de sus hijos y su extraordinaria empresa.
No puede pensar lo contrario el señor Rubiales. Y, a propósito, como estamos en la era de las comunicaciones, ¿por qué no emplea la fantasía y, como hizo Colón, mira a lo lejos y se imagina, por ejemplo, que Sevilla ofrece a sus visitantes, en una pantalla gigantesca, las fiestas genovesas mientras Génova muestra en directo las celebraciones españolas?- Presidente de Columbus 92.
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