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UGT admite rebajar el salario para compensar los costes de reducir la jornada en las ponencias de su próximo congreso

RODOLFO SERRANO, Unión General de Trabajadores admite la reducción salarial para compensar los costes que pueda aportar la reducción de jornada, sin que ello afecte a los trabajadores con remuneraciones más bajas, según las propuestas de ponencia del 34º congreso que serán debatidas en el comité confederal del próximo 30 de enero. En los textos se aprecia una cierta justificación a la política del Gobierno y se propugna evitar en el futuro tensiones y conflictos entre el sindicato y el partido. En el tema de la OTAN, la central socialista reitera su postura claramente contraria a la permanencia de España.

Los textos de las ponencias presentados por la ejecutiva confederal para su debate en el comité confederal del próximo día 30 consagran, en líneas generales, la política seguida por el sindicato socialista en los últimos años, aunque introduce algunos aspectos concretos que suponen un avance respecto a anteriores posturas.Los cambios más significativos son los que se refieren a política salarial y reducción de jornada. La central socialista apunta ya la posibilidad de reclamar incrementos salariales por encima de la inflación prevista, suavizando la política de moderación salarial seguida en los últimos años. En este aspecto, UGT sigue los criterios aprobados en el último congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), celebrado en Milán en mayo de 1985.

La ponencia de acción sindical plantea la mejora, "o en todo caso, el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios" basándose en que ello contribuirá a reanimar el consumo y la demanda y, en consecuencia, a generar la creación de empleo. Hasta ahora, UGT se había pronunciado por la moderación salarial, y no había planteado subidas por encima de la inflación. Aunque en medios de la central socialista se afirma que la nueva postura no va directamente encaminada a romper los techos salariales, sí existe la intención de ir, aunque sea lentamente, no sólo al mantenimiento del poder adquisitivo, sino a mejorarlo por encima de las previsiones de inflación.

Por las mismas razones de creación de empleo, UGT -también siguiendo los mismos criterios que la CES- plantea como reivindicación del sindicato la reducción de jornada a 35 horas semanales, empezando por exigir a corto plazo la jornada semanal de 38 horas. Y acepta incluso que su aplicación exija la reducción salarial. De acuerdo con las propuestas de ponencia, la central socialista estaría dispuesta a afrontar "la elevación de los costos unitarios que puede conllevar la reducción de jornada, buscando una absorción de los mismos a través de los incrementos de productividad, de las aportaciones o ayudas del Estado y de la contribución o sacrificio salarial de los trabajadores".

Jornada de 35 horas

La central socialista estima que la pérdida salarial que se produzca para financiar nuevas contrataciones como consecuencia de la reducción de jornada no debe afectar a los trabajadores con menores rentas.

Los textos que se debatirán el día 30 recogen una fuerte crítica de las políticas económicas -"de inspiración neoliberal y monetarista", dice la ponencia de acción sindical- aplicadas por los distintos Gobiernos europeos. Son políticas, en opinión de los autores, que se han centrado en la reducción de la inflación, "que han comprimido la actividad económica y debilitado la demanda". Unión General de Trabajadores propugna una política más expansiva, compatible con un control de la inflación. Para ello propone una política de rentas global, una mayor progresividad fiscal y el incremento de la inversión pública.

En cuanto a la flexibilidad, UGT insiste en que ésta no puede referirse únicamente al sistema de contratación laboraL El sindicato defiende que la flexibilidad debe tener como finalidad fundamental una nueva gestión interna de las empresas, y no la rotación de mano de obra.

La ponencia de organización dedica cinco folios, de un total de 110, a analizar las relaciones de UGT con el PSOE y el Gobierno. El texto reafirma la autonomía de las organizaciones, sus distintos ámbitos de actuación y funciones, y a reconocer la existencia de tensiones e "intentos de instrumentalización".

Pero, en contra de lo que cabía esperar -tras los fuertes encontronazos producidos en los últimos años entre UGT y el PSOE y el Gobierno-, del texto parece desprenderse una cierta justificación de las malas relaciones con el poder en "la complejidad" de las mísmas y en la nueva situación que se produce tras la llegada al poder del PSOE.

En la ponencia se insiste en que la actitud de UGT ha sido la correcta, y que otra hubiese llevado a la central socialista a "un callejón sin salida". En consecuencia, tras reafirmar que la única opción política es la que representa el PSOE, UGT "postula una política de colaboración y de creciente influencia a través de su actividad sindical".

Nicolás Redondo recupera su influencia

R. S., En las ponencias presentadas hasta ahora no aparece en ningún momento referencia alguna a la modificación o modernización de los principios del sindicato. Aunque en un principio se había planteado la posibilidad de presentar enmiendas que, bajo el pretexto de suavizar el lenguaje en el que están redactados los estatutos, pretendían quitar el carácter de sindicato de clase y revolucionario a la UGT, nadie se ha atrevido a llevarlo al papel. En opinión de algunos sectores, la retirada de estas posturas tiene mucho que ver con el cambio en la correlación de fuerzas experimentada en las últimas semanas en el sindicato socialista.

Los sectores más contrarios al actual secretario general, Nicolás Redondo, han ido perdiendo apoyo en sus propias federaciones. Incluso algunos de los más críticos con la política de Redondo han tenido que recabar su apoyo para salir reelegidos en los congresos previos al congreso confederal de abril. En medios de UGT se asegura que "Nicolás está ahora más fuerte que nunca. Y la posibilidad de una operación contra su figura ha reforzado su prestigio".

Por otro lado, el sistema de debate que la organización ha establecido hará que el congreso pierda gran parte de la previsible virulencia que acompañaría las discusiones. En esta ocasión, la ejecutiva ha presentado una propuesta de ponencias que pasarán su primer filtro el próximo día 30 en el comité confederal. El comité aprobará los textos que irán, con las correcciones oportunas, al congreso de abril.

El temor a la modificación de los principios fundamentales del sindicato queda reflejada en las enmiendas presentadas por la federación de la construcción, que lidera Manuel Garnacho. Construcción propone que se incluya en la ponencia de organización una introducción en la que se recoja que, a pesar de que el modelo capitalista haya evolucionado, la explotación intelectual y fisica de los trabajadores por los "poseedores de los instrumentos de trabajo" sigue siendo "la principal característica del injusto sistema social imperante". La enmienda propone que la UGT ratifique sus principios fundamentales y reafirme "su voluntad de obrar por la total emancipación de los trabajadores".

Los principios fundamentales de UGT dicen entre otras cosas: "La forma de producción actual se caracteriza por la existencia de dos categorías o agrupaciones de clase, capitalistas ( ... ) y trabajadores". Esta división se establece "produciendo una diferenciación: ( ... ) autoridad, predominio y lucro, para unos, y subordinación, penuria y miseria, para otros"."El Estado ( ... ) actúa siempre en forma unilateral, favoreciendo las aspiraciones egoístas y particulares del capitalismo, y defiende siempre la situación de privilegio por éste adquirida" ( ... ). "La sociedad de resistencia inspirada en la lucha de clases es la forma específica de agrupación obrera, puesto que es una asociación que liga por intereses a los trabajadores frente a un enemigo común, el capitalismo".

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