El Real Madrid pierde el tren europeo

LUIS GÓMEZ, ENVIADO ESPECIAL, El Real Madrid ha perdido el tren continental. Tiene posibilidades teóricas de llegar a la final de la Copa de Europa, como ganar todos los partidos de la segunda vuelta, o derrotar a Petrovic ante su público, pero su espíritu es diferente al de la temporada pasada. Ha perdido el tren porque desde hace ya algunas semanas llega tarde a resolver lbs partidos. Como, en escenas anteriores, el Real Madrid estuvo cerca de algo, pero no pudo tocarlo. Le falta ese punto dulce, casi mágico, de los equipos campeones; lo ha dejado en algún lugar el mes de diciembre. El Zalgiris puso en cancha a Sabonis para que intimidara y así lo hizo, por encima incluso de su persona. El Zalgiris es ahora el principal favorito para jugar la final.

Una segunda parte aparentemente apañada mostró las,deficiencias de juego del Real Madrid, cuando se pudo advertir claramente que no está en las condiciones ideales para ganar un encuentro de compromiso. Tras un ajuste defensivo que le permitió rebajar una diferencia que llegó a sumar 16 puntos, el Real Madrid se situó en la posición clave: a cinco puntos de un rival castigado por las personales y en condiciones, por tanto, de atacar su dominio. En esa situación, los cinco jugadores en cancha cometieron, cada uno e individualmente, un fallo imprevisible, en condiciones inmejorables. Cinco jugadas claras y claves. Corbalán dio un pase al contrario; Robinson, Martín y Del Corral no encestaron en situaciones en solitario bajo la canasta, y Townes no recogió un pase lateral. Un equipo que falla situaciones tan fáciles en momentos privilegiados es que, precisamente, no está psicológicamente preparado para ganar. Es un equipo con apariencia de ganador. Esa es la imagen que da ahora el Real Madrid.

Esa imagen perdedora, contradictoria con la de hace dos meses, tuvo su desarrollo a lo largo de muchos minutos. El Real Madrid plantea actualmente cada encuentro como una cura de urgencia, un período de 40 minutos para resolver situaciones malas, vicios, defectos, mientras tiene un rival en frente.

Fue una lucha en varias fases, pero que se anunció desde el comienzo, cuando se pudo advertir que el equipo soviético no sólo buscaba el tradicional pase a Sabonis, sino algo más, una posición cómoda para los tiros de Kurtinaitis o Komithius.

El Real Madrid tocó fondo en la segunda mitad, cuando Martín, inicialmente, volvió a perder los papeles y a situarse en su cuarta personal; cuando los ataques no encontraron ni tirador ni pasador, y cuando Komithius machacó la canasta madridista de una forma sencilla y continuada. Hubo una recuperación, pero faltó ese punto dulce, fundamental.

En otro partido jugado ayer: Maccabi, 102; Simac, 95. Tras el Cibona, 116; Limoges, 106, del miércoles, queda esta clasificación: Zalgiris, 11 puntos. Cibona, 9. Maccabi, 8. Real Madrid y Simac, 7. Limoges, 6.