Los médicos informaron a Felipe González que el alcalde "se encuentra mal", aunque ayer experimentó una mejoría

"Me han dicho [los médicos] que está mal, pero que esperan que mejore", afirmó ayer el presidente del Gobierno, Felipe González, cuando salía de la clínica Ruber después de visitar a Enrique Tierno y conversar con los médicos que le atienden. González no pudo hablar con Tierno, quien pasó la mayor parte del día dormido, bajo los efectos de un medicamento hipnótico. Tras la revisión de escáner del pasado jueves, se ha comprobado el mantenimiento de la hepatomegalia (aumento anormal del tamaño del hígado), aunque el parte médico facilitado ayer señala que el estado del alcalde es satisfactorio.

El alcalde en funciones, Juan Barranco, informó, en conferencia de prensa efectuada a las 19.30 horas, que "la salud de Enrique Tierno, dentro de la delicadeza de su enfermedad, ha evolucionado favorablemente". Por su parte, el doctor Dionisio Ballesteros, médico personal del alcalde, precisé que en la revisión de escáner se le ha detectado también un aumento del líquido ascítico (en la cavidad peritoneal), que ha podido ser controlado con medicamentos.En el último parte médico no se mencionaba la evolución de la lesión traumática sufrida por el alcalde a consecuencia de su caída el pasado miércoles, aunque los doctores que le atienden restaron importancia a este hecho y centraron sus comentarios en la enfermedad que padece Tierno (metástasis de hígado). Durante el día de ayer, el acalde siguió el mismo régimen de alimentación oral complementada con nutrición parenteral o inyección de proteínas por vía venosa.

Por la mañana, el doctor Ballesteros aseguró que el enfermo había experimentado a lo largo de la noche una mejoría y que su recuperación era buena, hasta el punto de que se encontraba muy despejado y quería levantarse. "De hecho", añadió Ballesteros, se ha levantado para hacer sus necesidades y no ha permitido que le pusiéramos una cuña". Los médicos suministraron a Tierno un medicamento hipnótico -inductor al sueño- para que se relajara.

Ballesteros añadió que Tierno había desayunado un café con leche y galletas con mermelada y que había asimilado perfectamente la alimentación parenteral. El alcalde tomó, tanto en el almuerzo como en la cena, un menú consistente en consomé, carne a la plancha y postre de manzana.

El médico manifestó que sería preferible que el alcalde tuviera menos visitantes. Además de los familiares, las únicas personas que han entrado en la habitación de Tierno han sido Felipe González, Alfonso Guerra, Juan Barranco y, parece ser, el cardenal arzobispo de Madrid-Alcalá, Ángel Suquía. A este reducido grupo se unieron ayer el dirigente de Coalición Popular, Manuel Fraga, y Joaquín Leguina, presidente del Gobierno regional y secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM).

Fraga conversó por la tarde con el alcalde durante unos minutos y le deseó una pronta recuperación, según informó Alianza Popular. Por su parte, Joaquín Leguina, que permaneció en la clínica entre las siete y las ocho de la tarde, señaló: "He encontrado a Tierno, dentro de la situación de desgaste físico, mucho mejor de lo que esperaba".

A las 14.30 horas llegó a la clínica Ruber el presidente del Gobierno, Felipe González, acompañado por el portavoz del Gabinete, Javier Solana. González permaneció unos 25 minutos en la planta quinta y fue materialmente asaltado a la salida por los informadores y algunos empleados de la clínica.

Felipe González declaró al salir que no había podido hablar con el alcalde "porque no ha dormido bien y está descansando". "He saludado a su mujer y a su hijo. He encontrado al alcalde con el mismo aspecto que la semana pasada", cuando ambos se entrevistaron en La Moncloa, dijo. El presidente, a la pregunta de qué le habían comunicado los médicos, respondió: 'Me han dicho que está mal, pero que esperan que mejore".

En otro orden de cosas, González reconoció que existen problemas entre la ejecutiva de la FSM y la ejecutiva federal del PSOE, pero prefirió no entrar en el asunto: 'En efecto, es así, pero a mí me ha traído aquí un problema humano, que es don Enrique Tierno, y no un problema político". Por su parte, Joaquín Leguina negó que existieran tales discrepancias y precisó que las palabras del presidente del Gobierno habían sido "mal interpretadas".

A lo largo del día continuó el flujo de visitantes, telegramas y llamadas telefónicas preocupándose por la salud del paciente. El defensor del pueblo, Joaquín Ruiz Giménez, fue a la clínica de nuevo en la mañana de ayer. "Tengo que contestar a las continuas llamadas que me hacen preguntando por el alcalde", dijo. También Fernando Morán, Carmen García Bloise, el presidente del senado, José Federico de Carvajal, y el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento, José María Álvarez del Manzano, acudieron, entre otros, a interesarse por Tierno.