Ernest Lluch,
ministro de Sanidad y Consumo, hizo de rey mago en Figueres (Gerona) cumpliendo una promesa realizada el pasado verano. La madre del ministro, enormemente previsora, había guardado con mimo en la casa de la familia en Vilassar de Mar el caballo de cartón que Lluch montaba Mando era niño. El ministro había ofrecido su caballo al Museo del Juguete de Figueres cuando lo visitó por primera vez el pasado verano y aprovechó sus vacaciones para llevarlo al museo.
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