La cuenca minera de Teruel quedó ayer paralizada a consecuencia de la huelga convocada por CC OO y UGT

La cuenca minera de Teruel volvió a paralizar ayer todas sus actividades, secundando mayoritariamente la convocatoria de huelga general que habían realizado las federaciones mineras de UGT y CC OO. Asimismo, los accesos a la provincia permanecieron cortados desde las 10.30 hasta las tres de la tarde, produciéndose algunos atascos en las carreteras, cuyo tránsito se vio dificultado por la nieve y el hielo, que provocaron temperaturas bajo cero. Las protestas de los mineros para obtener de la Administración que se mantenga el cupo de la producción de lignito en Teruel y los 4.5% puestos de trabajo volverán a repetirse el 7 de enero.

Los mineros confían que el día 8 la Administración llame a una representación a negociar a Madrid. En caso de no obtener una respuesta afirmativa, las movilizaciones se radicalizarán a partir del día 9 de enero, con encierros masivos en las minas y una campaña de desobediencia civil, según fuentes de UGT y CC OO.El paro, convocado por los cita dos sindicatos y apoyado por USO, fue ayer total en las localidades de la cuenca minera. Los comercios, bares y otros establecimientos cerraron sus puertas a partir de las doce de la mañana. Asimismo, desde las 10.30 hasta las tres de la tarde permanecieron cerradas las carreteras de acceso a la provincia de Teruel, más concretamente las de las principales poblaciones, Andorra, Alecañliz, la propia capital y las localidades mineras.

Sin incidentes

En puntos estratégicos, grupos de mineros invitaban a los conductores a aparcar sus vehículos a ambos lados de la carretera. Ante la oposición de algunos de ellos, se les explicaba el motivo de la protesta, sin que se llegaran a producir incidentes de importancia.Fuerzas de la Guardia Civil es tuvieron presentes en los puntos donde se produjeron los cortes, sin que tuvieran que intervenir. La nieve y el hielo dificultaron también la circulación por la carretera, produciéndose atascos.

A primeras horas de la tarde s celebraron asambleas informativas en Andorra y Escucha, y algunos vehículos se dirigieron posteriormente a Estercuel, donde tuvo lugar una concentración ante la explanada de la mina Luisa para solidarizarse con los cinco sindicalistas y el diputado que permanecen encerrados.

Por otra parte, el alcalde de Andorra, el senador socialista Isidro Guía, suspendió el pleno previsto para ayer. A la hora en que debía reunirse la corporación, cerca de 1.000 mineros se concentraron ante el edificio, pidiendo a gritos la dimisión de Isidro Guía. El alcalde iba a presentar una moción sobre la problemática minera en la que señala que "estando la Administración abierta al diálogo constante, y en buena disposición para resolver el grave problema, no procede en el momento actual la adopción de actitudes precipitadas e innecesarias en un sistema democrático, donde la vía de la palabra es el cauce generador de soluciones positivas". Otra de las razones aducidas por el alcalde por las que no proceden estas acciones es, según la moción, "la mezcolanza de intereses varios, que nada tienen que ver con los generales de la minería, y la adopción de posturas dignas de respeto en sí mismas, pero improcedentes en la forma e ineficaces en los resultados".

La moción termina indicando que el Ayuntamiento de Andorra apoyará en todo momento el mantenimiento de los puestos de trabajo y exigirá el cumplimiento del Plan Energético Nacional "para asegurar la pervivencia de nuestro pueblo y en solidaridad con toda la cuenca minera".