El Joventut venció de nuevo en un Palau lleno

El Ron Negrita Joventut volvió a vencer por segunda vez en cinco días al Barcelona en su propia pista. El notable lleno que registró ayer el Palau Blaugrana marcó una de las grandes diferencias entre el partido de la semifinal de la Copa del Rey disputado el pasado martes y este encuentro correspondiente a la primera jornada de la fase final de la Liga. Una canasta providencial de Margall, a falta de tres segundos para el final del partido, dio la victoria al conjunto verdinegro.

Antes de llegar a esos segundos emocionantes, el partido tuvo dos caras: una primera parte en la que el Barcelona se mostró superior al Joventut y una segunda en la que las personales e imprecisiones de los azulgrana acabaron derrotándolos. La emoción también se la pusieron al encuentro los colegiados catalanes Mas y Mitjana, que tuvieron que sustituir a última hora a los castellanos Sancha y Ballesteros, quienes no pudieron salir de Madrid a causa de la niebla en Barajas.

El Barcelona, con un Epi bien controlado por Villacampa, se despegó del Joventut en el primer período, cuando Miquel Nolis, el técnico del equipo badalonés, ordenó el cambio de la efectiva defensa individual por una mixta, con Jofresa en la pista. De un apretado 29-30 cuando se jugaba el minuto 13 se pasé a un 49-37 a falta de tres minutos para el descanso, al que se llegó con 57-49.

A los dos minutos de juego de la segunda parte el Barcelona llegó a tener una ventaja de 14 puntos (65-51). Pero la reacción del Joventut, con Housey, Jiménez y Stewart como hombres destacados, no se hizo esperar. En cuestión de dos minutos los de Badalona colocaron un parcial de 12-0 en el marcador y empataron el partido a 69. A partir de ahí, con un público en pie apoyando a su equipo y protestando las decisiones arbitrales con pañuelos blancos, el Barcelona no supo reaccionar.

La pérdida de Smith y Solozábal por cinco personales obligó a Aito a jugar con un Seara medio lesionado, que se precipité. A Aito le volvió a fallar el canadiense Wiltjer, totalmente apático. El Joventut encontró la fórmula para derrotar al Barcelona ya esté el Palau Blaugrana semivacío o prácticamente lleno.