Felipe González califica de "aberrante" la norma comunitaria de votar las decisiones por unanimidad

El presidente del Gobierno, Felipe González, calificó ayer de "aberrante" la situación a la que se ha llegado en las Comunidades Europeas con la regla de la unanimidad en el voto, sistema que en sus palabras es "ineludible modificar" y abogó por un mayor esfuerzo económico de España para no "hacer el papel de pedigüeños" en Europa, así como una "mayor coordinación" de su política exterior y de seguridad con el resto de los países miembros. El presidente español inauguró ayer la Conferencia Internacional sobre el Futuro de la Unidad Europea, organizada por la Asociación de Periodistas Europeos.

Felipe González pronunció un discurso lleno de contenido, sobre el papel que jugará España en los próximos debates europeos a partir de su plena integración en la CEE, el primero de enero de 1986.El Rey, que se encuentra en visita oficial a Omán, envió un mensaje que fue leído al comienzo de la reunión, en el que expresó el deseo de la Corona de "unirse en ese gran trabajo de modelar, a pesar de los obstáculos, pero nunca dándonos por vencidos, la unidad europea".

"Es una honra para nosotros, los españoles, que personas tan ilustres del pensamiento político se reúnan para dialogar en Madrid. El hecho de que España acepte los presupuestos comunes de la unidad de Europa en todos los órdenes es una prueba de coherencia, sin que eso signifique que no tengamos en cuenta todas las opiniones", declaró don Juan Carlos en su mensaje.

En la conferencia participan, entre otros europeístas de relieve, el británico Roy Jenkins, el francés Michel Jobert, el alemán Oskar Lafontaine y el italiano Altiero Spinelli, así como numerosos representantes diplomáticos y de la banca oficial y privada.

Asumir la integración

"España asume plenamente el coste de su integración en el Mercado Común y desea compartir su destino con la mayoría los países libres de la Europa occidental", manifestó Felipe González, quien detalló lo que para España significa la construcción de la unidad europea: "Compartir la soberanía, lo que es contrario al concepto de cesión de soberanía; superar la contradicción entre interés nacional e interés comunitario, y voluntad política para continuar en el proceso de integración".

El presidente del Gobierno criticó los "flojos" resultados de la reciente cumbre de Luxemburgo, a la que España asistió con voz pero sin voto, tanto en temas económicos como de política exterior y de seguridad. Aunque España también va a participar en ello, existe todavía un marcado interés por reducir ese intento de crear un "espacio interior sin fronteras" a un mercado económico-comercial sin fronteras, exclusivamente, dijo Felipe González. "Estamos de acuerdo con el concepto más amplio de llegar a una convergencia de políticas económicas y no quedarnos sólo en un reequilibrio interterritorial que quieren aquellos que juegan siempre con un victimismo hipersensible", añadió.

Felipe González contestaba así a las quejas del primer ministro griego, Andreas Papandreu, en Luxemburgo, cuando acusaba a González de aliarse con los socios del Norte y no con los mediterráneos. "No se puede superar el atraso de los países del Sur sólo apelando a una mayor solidaridad de los del Norte. Yo no haré el papel de pedigüeño en la Comunidad y pondré por delante el esfuerzo económico español",declaró.

Según el presidente español, para conseguir esos avances en la unidad europea es "ineludible modifícar el instrumento de la torna de decisiones" dentro de la CEE.

Al referirse al aspecto de la política exterior y de la seguridad como "imprescindibles" de coordinar en el camino hacia la plena unidad europea, el presidente del Gobierno dijo que es necesaria una "mayor convergencia" entre lo que debe ser la "seguridad europea en sentido estricto" y la seguridad atlántica". "Hoy existe un concepto muy extendido de que lo -que tenemos en esta materia en Europa es una dependencia de los Estados Unidos. Yo creo que existe una interdependencia, pero para equilibrar esa relación con Estados Unidos, Europa tiene que recuperar su dimensión de una seguridad propia que dependa de las decisiones sólo de los europeos",

Felipe González se mostró opuesto a crear un pacto defensivo fuera de la OTAN, pero consideró necesario crear un instrumento propio en Europa, que puede ser la Unión Europea Occidental u otro, para hacer "una política propia de seguridad".

El ex ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Jobert, que intervino a continuación del presidente español comentando sus tomas de postura y, como hombre algo escéptico en el futuro de la unidad europea, dijo: "Va a sufrir dentro de poco".

El británico Roy Jenkins dijo -que aunque en estos momentos el peligro de la CEE no es el de la "desintegración, sino el del estancamiento", el futuro será siempre aquél para el que fue creada, la unidad política.

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