Ann Beck,
responsable de la organización de la procesión de Navidad en la localidad estadounidense de Commerce (Georgia), no podrá ver desfilar al Ku Klux Klan en el festejo que tanto trabajo le ha llevado. El consejo municipal local revocó en una reunión extraordinaria el pasado miércoles la decisión adoptada ese mismo día permitiendo la participación de los encapuchados en el desfile con una pancarta en la que se leía: "El KKK os desea felices Navidades". Poco antes de la reunión, Ann Berk había declarado que los habitantes de Commerce "aceptaban sin problemas" a este movimiento, que, por lo demás, cumplía "todos los imperativos legales".
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