Huyeron por una alcantarilla.
Cuatro atracadores, encapuchados y armados de pistolas y revólveres, forzaron ayer el sótano de la sucursal del Banco de Santander situada en la plaza de Cascorro, en el Rastro madrileño, a través de un butrón practicado desde las alcantarillas. Tras encerrar a los empleados en la cámara acorazada, huyeron por donde habían entrado, con un botín de 12 millones de pesetas y el contenido de 11 cajas de alquiler. La policía confirmó que en un túnel del subsuelo se encontraron picos, palas, los gorros usados como capuchas y 50.000 pesetas que debieron de olvidar en su fuga. En la foto, un agente se introduce por la alcantarilla para inspeccionarla. Página 22
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