París descarta que los atentados del sábado marquen el inicio de una nueva ofensiva terrorista

La policía francesa considera que los dos atentados del sábado contra otros tantos grandes almacenes de París, acciones que provocaron 35 heridos, son obra de un grupo aislado más que el comienzo de una nueva ofensiva terrorista relacionada con la crisis de Oriente Próximo o con el euroterrorismo de la Acción Directa francesa, las Células Comunistas Combatientes belgas o la Fracción de Ejército Rojo germanoccidental.

Los especialistas de la lucha antiterroristas francesa señalan varias circunstancias para sostener su dictamen. En primer lugar, los análisis realizados por los laboratorios de la policía han revelado que las bombas del sábado en las Galerías Lafayette y en Printemps eran, en realidad, rudimentarios artefactos incendiarios: un mecanismo de relojería con una pequeña carga explosiva unida a un recipiente de plástico lleno de gasolina. Ello explica que la explosión produjera una gran llamarada y también que los 35 heridos de los dos atentados lo sean por quemaduras graves. De estos heridos, 12 seguían ayer hospitalizadosLas acciones terroristas del sábado estaban, pues, destinadas a crear el pánico y a producir un fuerte impacto en la opinión pública, y para ello se eligieron lugares muy frecuentados, un sábado por la tarde, en vísperas de las fiestas de Navidad.

Un segundo elemento que la policía considera es que ninguna de las reivindicaciones de la noche del sábado ha podido ser autentificadas. Normalmente, toda ola de atentados produce muchas reivindicaciones que se atribuyen personas desequilibradas o grupos interesados en sembrar la confusión.

Falsas llamadas

En este caso, tres llamadas telefónicas, a la Agencia Central de Prensa y a Europa 1, reclamaban la paternidad del atentado. La primera, en nombre del Frente de Liberación de Palestina, responsable del secuestro del Achille Lauro e integrante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), lo que provocó un mentís casi inmediato de Ibrahim Souss, representante de la OLP en París, quien recordó la declaración de Yasir Arafat en El Cairo contra la violencia. Tampoco faltó la reivindicación en nombre de Yihad Islámica, también sin ningún dato que lo sostuviera. Una tercera reivindicación, en nombre del Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia (ASALA), se presentaba como un poco más verosímil, en la medida en que la semana pasada un militante armenio, Monte Melkonian, fue detenido en París. Melkonian formaba parte del ASALA, pero se había separado del núcleo duro de la organización a raíz del atentado de Orly contra una compañía aérea turca.

La policía cuenta, además, con ciertos precedentes para excluir la pista política. En particular, la tipología de algunos otros atentados cometidos contra grandes almacenes de París, atribuidos a desequilibrados.

Con todo, la hipótesis del desequilibrado no parece cuadrar demasiado con la idea de dos atentados simultáneos y con los testimonios que hablan de dos hombres que huyeron en un coche poco antes de la primera explosión. Quizá los atentados del sábado forman parte de una operación de intimidación sobre el Gobierno como las que ha realizado ya en otras ocasiones el terrorismo internacional.