El primer plan urbano de la ciudad de Valencia pondrá fin a las reformas parciales
El diseño de una Valencia para el futuro sirve de base al avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, que permanece expuesto al público desde hace unos días en el parque de Los Viveros. Esta ciudad ha carecido hasta la fecha de un plan de actuación global que pusiera fin a los planes especiales de reforma interior, media docena de los cuales han sido llevados a cabo desde 1979. El porvenir urbanístico de Valencia permanece abierto a un debate que por el momento ha puesto de relieve la disparidad de criterios entre los servicios urbanísticos de la Generalitat y el Ayuntamiento.
Transportes públicos, red viaria, zonas verdes y equipamientos son los aspectos más atendidos para poner a punto el paisaje urbano de la ciudad de cara a las próximas décadas. Bajo el lema Doce propuestas para Valencia, se recogen en síntesis las pretensiones de este PGOU, elaborado, según el alcalde, Ricard Pérez Casado, "desde el expolio, la especulación y el destrozo que han sufrido las señas de identidad de esta ciudad, y desde el que se plantea una propuesta de cambio para construir una Valencia habitable, con más oportunidades ante la entrada del siglo XXI".
Autopista de circunvalación
La planificación de un nuevo sistema de transporte público urbano y metropolitano rápido y eficaz como única solución posible a los problemas de la circulación solventará buena parte de las dificultades, junto con nuevas carreteras comarcales y la autopista de circunvalación, destinada a evitar el tránsito a través del casco urbano a camiones y otros vehículos de paso. En la actualidad, este tipo de tránsito supone el 60% del total. La creación e incremento de zonas verdes, tanto en lo referente a parques, jardines y zonas deportivas como en la dotación de nuevos equipamientos escolares, culturales y asistenciales, especialmente en los barrios periféricos, constituyen otras de las más destacadas propuestas.Completan el programa los aspectos relativos a la planificación de soluciones metropolitanas, concebidas "para dar respuesta a problemas comunes de todos los municipios de la comarca". La protección y rehabilitación de los barrios históricos y la instalación de vías peatonales y carriles-bici, "porque la ciudad no puede ser sólo para el automóvil", suponen otra novedad, junto con la ordenación del litoral, protección del medio ambiente y protección efectiva a la huerta. Ello, además de prever suelo apto para viviendas, industrias y servicios.
La duodécima propuesta, que enfrentó al presidente de la Generalitat, Joan Lerma, y al alcalde, Ricard Pérez Casado, ambos del PSOE, el mismo día que fue presentado en público el avance, parte del lema Valencia, capital de la Comunidad Valenciana. Lerma cuestionó esta valoración del alcalde y se remitió al contenido del estatuto de autonomía, "en el que únicamente se reconoce que la sede del Gobierno valenciano radica en Valencia".
El futuro PGOU, por otra parte, pondrá fin a una política de parcheo en materia urbanística que hasta el momento se ha caracterizado por la elaboración de media docena de planes especiales de reforma interior con vistas a dotar los barrios más desatendidos tanto en equipamientos como en zonas verdes, al tiempo que frenaban la especulación.
"Queremos ser la capital de la Comunidad Valenciana y queremos ser una capital del Estado español", dijo Pérez Casado durante el acto de presentación del avance de PGOU en presencia de Lerma y del delegado del Gobierno, Eugenio Burriel, a quienes invitó reiteradas veces a que tomaran parte en el diseño definitivo del futuro plan general, que habrá de ser aprobado por la Consejería de Obras Públicas y Urbanismo de la Generalitat.
La actitud de la comunidad
Sin embargo, ni el conseller de este departamento, Rafael Blasco, ni la directora general de Urbanismo, Blanca Blanquer, asistieron a la presentación pública del proyecto. Además, pese a la insistencia de los técnicos municipales para que el Gobierno autonómico tomara parte en la configuración del avance urbanístico, la esperada colaboración no se produjo. En medios políticos se interpretan ambas actitudes como una evidencia de las tensiones que desde hace tiempo mantienen ambas partes.Los reiterados requerimientos de Pérez Casado para que las Administraciones central y autonómica presten apoyo -sobre todo financiero- al desarrollo urbanístico de Valencia han sido matizados por el presidente de la Generalitat. Lerma dijo que "la Generalitat ya colabora con el Ayuntamiento en varias iniciativas, como es el. plan de rehabilitación de viviendas". Se da la circunstancia que el citado plan obedece a un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo antes de que culminase el proceso de transferencias a la Administración autonómica y, en consecuencia, asumido por la Generalitat.
Otro de los aspectos que provocan cierta incertidumbre en el futuro desarrollo del PGOU es la falta de un organismo eficaz que coordine la actuación urbanística de la treintena de municipios que conforman un área metropolitana con una población de más de 1,2 millones de habitantes -Valencia supera los 800.000- y una densidad que supera en más de 40 veces la media nacional. Cuando todavía sigue vigente Gran Valencia, una corporación metropolitana creada en octubre de 1949, de estructura obsoleta y a la que prácticamente ninguno de los municipios cotiza hoy el Consell no ha presentado alternativa.
El proyecto de creación de un organismo metropolitano, planteado hace algunos meses por el ex conseller Felipe Guardiola, fue objeto de notable controversia por parte de los municipios implicados. Lerma reconoce que "Gran Valencia no es válida y el Consell está trabajando desde hace tiempo en este tema que muy pronto ha de tener solución". También el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento, Martín Quirós, duda de la realización del PGOU tal y como aparece diseñado en el avance.
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