Los fiscales del 'caso Rumasa' se oponen a la libertad de Ruiz-Mateos

Las noticias que circularon ayer sobre un eventual relevo de los fiscales encargados del caso Rumasa fue recibida ayer con gran sentido del humor por los interesados, Fernando Jiménez Lablanca y José Julián Hernández Guijarro. Jiménez Lablanca comentó a EL PAÍS que no tiene ningún interés especial en llevar el caso ("si nos quitan, yo encantado", dijo), pero que no se explicaba de dónde había podido salir "eso". La mejor prueba de la continuidad de ambos fiscales es que ayer mismo ejercieron su función oponiéndose a la petición de libertad provisional presentada por los abogados de Ruiz-Mateos.Otras informaciones sobre una posible dimisión fueron comentadas por Jiménez Lablanca con el recordatorio de que "los fiscales no dimiten", ya que el principio estatutarío de jerarquía por el que se rige esta profesión atribuye al fiscal superior el encargar o relevar de un caso al inferior. El fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón, no ha tomado ninguna iniciativa de relevo. En la reunión que ayer celebró la junta de fiscales del Tribunal Supremo, ni siquiera se comentaron tales rumores. Por otra parte, el fiscal de delitos monetarios de la Audiencia Nacional, Manuel Villanueva que, según algunos medios, sería el encargado de sustituir a los dos fiscales especiales, aseguró a los informadores desconocer cualquier novedad en ese sentido.

Fuentes jurídicas atribuyeron la circulación de estas supuestas noticias, como las de entrevistas imaginadas con Ruiz-Mateos o presuntos propósitos gubernametales de reformar la legislación vigente -inaplicables, en cualquier caso, al ex presidente de Rumasa en virtud del principio constitucional de irretroactividad de las normas penales-, a una actividad informativa intoxicadora, cuyo resultado, según estas fuentes, es que se relativizan todas las informaciones sobre el caso y pierden credibilidad las noticias fundamentadas en datos contrastados.

Igualmente valoraron negativamente las insinuaciones de fórmulas jurídicas que se ofrecen al magistrado Luis Lerga, a quien se cubre de elogios anticipados para el caso de que adopte una solución determinada o se le sugieren veladamente futuras críticas e impugnaciones si resuelve lo contrario.