Sabotajes de la extrema izquierda japonesa paralizan los trenes en Tokio y Osaka
Una veintena de actos de sabotaje, organizados por grupos de extrema izquierda, paralizó virtualmente en la jornada de ayer la red nacional de ferrocarriles en las ciudades de Tokio y Osaka y provocó situaciones de caos entre unos 12 millones de personas que utilizan el tren como medio de transporte para ir de sus casas al trabajo o a las escuelas.
La acción más espectacular fue el ataque con cócteles molotov, a las siete de la mañana, a la estación de Asakusabashi, en Tokio, semidestruida por el fuego. Los comandos izquierdistas del grupo Chukaku-ha (Facción Esencial) actuaron, entre las tres y las siete de la mañana, cortando o incendiando los cables de señalización en 33 puntos de la red ferroviaria en Tokio, Osaka y otras seis provincias. Este grupo, surgido hace más de 20 años, es conocido por sus campañas contra el aeropuerto tokiota de Narita.
La policía, que practicó 48 detenciones, vinculó los atentados con la huelga del sindicato de maquinistas, colectivo que se opone al plan del Gobierno de dividir la Compañía Nacional de Ferrocarriles (INR) en seis empresas y privatizarlas, con una reducción de puestos de trabajo de los 307.000 actuales a 188.000 antes de 1990.
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