La indecisión incrementa la presión vendedora
La indecisión, mantenida a lo largo de todo el ciclo, ha sido la causa del incremento de la presión vendedora en la sesión de cierre. El proceso realizador continúa siendo, pues, la tónica de un mercado que no encuentra la forma de salir de esta especie de callejón sin salida. La ausencia continuada de órdenes compradoras está propiciando las realizaciones de beneficios, que todavía cuentan con un buen margen a su favor. Incluso la inversión extranjera ha tanteado el terreno en este sentido, provocando algunas alarmas entre aquellos que creen que puede tratarse de una pequeña prueba, antes de vender en serio. Frente a éstos, también está la opinión de los que confían en que la inversión extranjera mantendrá sus posiciones durante un período de tiempo más dilatado.La improvisación, como consecuencia de la falta de expectativas claras, se está adueñando de la mayor parte de los inversionistas, que siguen sin encontrar en los corros el tiempo suficiente para atender a las diversas circunstancias que se dan a lo largo de la mañana.
Apenas un par de sectores han logrado salvarse del empuje de las partidas vendedoras y, dentro de éstos, han sido pocos los valores que consiguieron oponerse al resto, ya que las ventas acabaron imponiéndose, incluso en algunos casos en los que, en principio, el dinero estaba dispuesto a arriesgar.
Dentro del sector eléctrico, fue a última hora cuando se produjeron algunas tímidas tomas de posiciones, más por cuestión de precios que por la aparición de algún tipo de expectativas. Las diferencias entre los valores del grupo son notables, y habrá que esperar a que llegue el lunes para ver la reacción de los inversionistas ante las primeras ampliaciones de capital, pues por ahora no parecen interesarse demasiado en los casos concretos.
Los valores bancarios parecen abandonar su tendencia alcista, ante el incremento de las partidas vendedoras, que impusieron su dominio al grupo de los siete grandes, haciendo que el saldo global se situase en torno a los 100.000 títulos. Los precios se resintieron, aunque todavía se mantienen los avances en los valores que se muestran más sensibles a las posiciones de compradores y vendedores.
También Telefónica continuó acusando la presencia de papel en su corro, retrocediendo otros 1,50 enteros, con lo que su índice fue el que registró la diferencia más abultada del día. Esto da una idea muy clara de los términos en que está empujando el papel, incidiendo en las cotizaciones sin demasiada convicción, y colaborando con ello a mantener la situación de indecisión que se respira en el parqué.
Los pagarés del Tesoro no son ajenos a la indecisión, continuando con las oscilaciones en sus tipos de interés. Las operaciones con pacto de recompra registraron unos tipos máximo y mínimo del 10,20% y del 9,25%, respectivamente. A tres meses, fue igual el nivel mínimo, mientras que el superior sube ligeramente, hasta el 9,58% anual, con lo que se mantiene la diferencia a favor del corto plazo.
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