General Motors deja expirar su derecho de tanteo sobre ENASA-Pegaso
La multinacional norteamericana General Motors ha dejado expirar, sin realizar ningún intento para prorrogarlo, el derecho al tanteo que tenía para adquirir la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), fabricante de los cianiones y furgonetas Pegaso. El Iristituto-Nacional de Industria (INI) mira ahora hacia Japón para buscar algún socio multinacionar, pero con muy pocas esperanzas de encontrar uno antes del ingreso efectivo de España en la Comunidad Económica Europea,(CEE) el próximo primero de enero.
La expiración del preacuerdo que habían firmado ENASA y General Motors el pasado enero, y que prorrogaron a finales del mes de junio hasta mediados de octubre, ha descompuesto los planes de la empresa española para integiárse dentro del esquema de una multinacional del sector. Ahora la empresa ve su futuro en solitario y con unas pérdidas, derivadas - en gran parte de la estrechez del mercado nacional, que se repetirán este año en la misma proporción que en ejercicios anteriores.
El Instituto Nacional de Industria (INI) ha mantenido vivo el contacto que en los meses que duró la opción de General Motors mantuvo con la firma japonesa Toyota. Pero tras los acuerdos en otros sectores a que esta empresa ha llegado a su vez con General Motors para el mercado norteamericano se duda mucho de que la primera firma japonesa tenga una prisa extrema para concretar su proclamado interés por entrar en el mercado europeo por vía española.
Ahora, con el ingreso de España, en la CEE a un mes y medio vista, las posibilidades de una firma japonesa como Toyota de entrar en el mercado comunitario por la vía falsa se consideran muy remotas. Técnicos del INI mantienen igualmente contactos con la también firma japonesa Nissan, pero la presencia de ésta en España, a través de Motor Ibérica, descarta cualquier hipótesis de acuerdo, según estiman medios del sector.
Carrera sin frenos
La búsqueda de un socio multinacional para ENASA-Pegaso se ha convertido en una carrera sin freno por parte del socio mayoritario de la empresa española a raíz de 1979, cuando la sociedad comenzó a registrar pérdidas continuas debido al impacto de la segunda crisis petrolera en los mercados de camiones pesados. Con números rojos que superan los 35.000 millones de pesetas en los últimos cinco ejercicios; la solución pensada para ENASA fue la asociación con un socio extranjero que aportara tecnología, apoyo financiero y mercados.Si en un momento este socio fue International Harvester (IH), la crisis de este fabricante norteamericano dejó a la sociedad española sin el apoyo que necesitaba, pese a las aportaciones tecnológicas que IH realizó, tales como la mejora de su línea de productos, modificación de la caja de cambios y la renovación de su gama de vehículos ligeros. Algunas de estas innovaciones han mejorado el producto Pegaso, pero no han resuelto los problemas estratégicos a medio y largo plazo de la sociedad.
La solución estratégica de Enasa descansa ahora en los cajones de la dirección de la empresa y de su socio mayoritario, el Instituto Nacional de Industria.
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