El Príncipe entregó al sultán Qabus una carta del Rey
El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, regresó ayer a España tras haber sido recibido en audiencia por el sultán Qabus Bin Said de Omán, al que entregó una carta del rey Juan Carlos, que dentro de un mes efectuará una visita de Estado a este sultanato del golfo Pérsico.
El avión Falcon-Mystère de la Fuerza Aérea española despegó a las 12.30 -9.30, hora de Madrid- y, tras una escala técnica en Amman -donde el príncipe Felipe se entrevistó nuevamente con el príncipe Hassan, heredero de la corona jordana-, aterrizó, tras ocho horas de vuelo en Zaragoza, para que don Felipe pudiese reintegrarse a la Academia General Militar.En un gesto deferente, el soberano omaní salió a recibir al príncipe, vestido con un traje de verano azul marino, en la misma puerta de su lujoso palacio de Muscat, donde le despidió 10 minutos después, no sin antes haber leído el mensaje escrito por el jefe de Estado español.
Así como en la tarde del lunes las exigencias de la seguridad impidieron a don Felipe deambular por el zoco de la capital omaní, la cita con el monarca -para la que el príncipe tuvo que estar listo a partir de las nueve de la mañanale obligó a renunciar a asistir a una carrera de camellos, montados por niños, un espectáculo típico en la península Arábiga.
Acaso para consolarse del frustrado paseo por el bazar, el príncipe aprovechó la espera antes de acudir a palacio para echar un vistazo a una tienda de artesanía local en una de las galerías comerciales del hotel donde se hospedó la delegación española.
Almuerzo declinado
Las prisas por volver a Zaragoza, donde el caballero-cadete príncipe de Asturias quería llegar como muy tarde a las siete, le obligaron, por otra parte, a declinar una invitación a almorzar del rey Hussein de Jordania, gran amigo del sultán Qabus, que se epcuentra en Muscat desde el domingo.
La audiencia en palacio fue, por tanto, el último acto oficial de la visita de 38 horas de duración -la cuarta al extranjero en representación del Estado español- de don Felipe, que, junto con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, asistió el lunes a la fiesta nacional de Omán. La celebración revistió un carácter especialmente solemne, al cumplirse también los 15 años del acceso al trono del sultán.
Despedido en el aeropuerto de Seeb por el subsecretario de Industria y Comercio del sultanato y un consejero real, el príncipe dio la impresión de no estar aún excesivamente a sus anchas con el rígido protocolo.
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