Amineh Sangui,
una ciudadana de Fine, localidad del centro de Irán, ha podido observar los efectos benéficos de la revolución de Jomeini gracias a un milagro que le hizo recobrar la vista el pasado día 4, celebración del arbaiin, fiesta religiosa que marca el 40º día posterior al martirio de Hossein, tercer imán de los shiíes. Amineh lo ha explicado con gran sencillez. Ella perdió la vista antes de la revolución. Y el otro día, cuando cocinaba alegremente para los fieles que celebraban el arbaiin, se percató, entre guiso y guiso, de que veía. Amineh a gradece a Dios que le haya permitido cumplir su máximo deseo: contemplar una foto del imán Jomeini.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.