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Ocho mil empresarios piden en Madrid que el Gobierno les libere de cargas y controles, para poder competir en la CEE

Unas 8.000personas aplaudieron ayer numerosas peticiones de que el Gobierno libere a las empresas de cargas y controles para poder afrontar mejor el ingreso en la CEE. Congregados en el Palacio de Deportes de Madrid, donde la patronal CEOE esperaba reunir hasta 12.000, los asistentes a este acto de afirmación empresarial refrendaron durante casi tres horas las conclusiones del I Congreso Nacional de Empresarios, celebrado el jueves y el viernes. El presidente de la patronal, José María Cuevas, y el secretario general, Juan Jiménez Aguilar, insistieron en lograr compromisos entre el Ejecutivo y los interlocutores sociales. Como otros 16 empresarios, expusieron que la inversión y el empleo están encorsetados por el Estado.

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El acto, en el mismo lugar que ocho años antes sirvió de marco a la mayor manifestación de empresarios -unos 10.000-, se inició hacia las 12 horas, con casi una de retraso sobre lo previsto. La CEOE dijo que había esperado a la llegada de los autobuses de provincias, unos 70. No fueron vistos tantos grandes empresarios como en la apertura del I Congreso Nacional.Al empezar estaban ocupados dos tercios de los asientos del Palacio de Deportes; el jefe de actividades del mismo informó a los periodistas que había cerca de 8.500 personas. Cuando terminó el acto (pasadas las 14.30) quedaba menos de la mitad del aforo. En ningún momento se registraron incidentes ni alborotos que alteraran el programa. Al margen de los frecuentes aplausos, sólo una vez fueron coreados varios gritos de "¡Ladrones, ladrones!", tras escuchar a un orador que narraba cómo le expropiaron el uso de una tierra.

De alguna forma, la petición de que las empresas españolas no acudan a la CEE en inferioridad de condiciones estuvo presente en todos los discursos, salpicados de peticiones de flexibilidad de plantillas, así como de menos impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social y burocracia e intervencionismo. "El Estado no es la solución de los problemas, sino el gran problema que debemos resolver", frase pronunciada por Vicente Iborra, presidente de la patronal valenciana, resume todo lo escuchado.

Desde el primero -Fernando Fernández-Tapias, presidente de la patronal madrileña-, hasta el último -José María Cuevas, presidente de la CEOE-, los oradores defendieron la empresa, la libertad y el progreso económico, de forma serena y moderada, sin elevar el todo de sus voces. Por excepción, el dueño de siete cafeterías madrileñas, que se quejaba de la inseguridad ciudadana, dijo: "¿Esto es libertad? Pues yo no quiero libertad".

Los miembros de la ejecutiva de la CEOE, que acudirán la próxima semana a exponer las conclusiones del congreso y del acto de ayer a Felipe González y su equipo económico, intercalaron sus discursos entre los de empresarios de base y las sesiones de vídeo. Muy en síntesis, dijeron:

- Alfredo Molinas (veterano presidente de la patronal catalana, Fomento del Trabajo, y primer organizador de los actos). No queremos vivir de los Presupuestos del Estado, entre otras razones porque los pagamos nosotros. Que nos dejen libres las manos y la mente para crear.

- Ángel Panero (presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME). La recuperación económica y la mejora del empleo tienen que venir de la mano de millones de pequeñas empresas. Hay que devolver al empresario la condición de ciudadano respetable.

-Juan Jiménez Aguilar (secretario general de la CEOE). Esperamos que el reto del Mercado Común pueda ser asumido partiendo de un compromiso previo, para que no haya traumas , en las empresas ni en el empleo. Sigue en pie nuestra oferta para reformar la Seguridad Social. No queremos la reforma del mercado de trabajo para despedir trabajadores, sino para que sea más fácil contratarlos.

- José María Cuevas (presidente de la CEOE). Quisiera que los españoles sacaran de este acto una sola conclusión: que los empresarios reafirmamos nuestro compromiso con la sociedad. El Rey nos trasmitió la confianza de España y nos pidió un esfuerzo renovado y un ejercicio de solidaridad social; hoy puedo contestarle en nombre de todos que lo haremos. Pero no podemos estar solos: los poderes públicos tienen en su mano remover las leyes y los obstáculos administrativos que hoy atenazan la actividad empresarial.

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