Vista la demanda del camarero despedido por negarse a servir a varios policías

La magistratura del trabajo de Vitoria vio ayer la demanda presentada por el camarero Javier Berlana que fue despedido del restaurate de Vitoria, Dos Hermanas, por negarse a servir a varios policías, el pasado 16 de septiembre. Según la versión del abogado del demandante, en un primer momento entraron en el local dos policías uniformados y armados quienes, tras serle negada la consumición y pedir el libro de reclamaciones, solicitaron la presencia de un inspector vestido de civil.

El letrado del demandado, el propietario del local José Ramón Aguiriano, por el contrario, mantuvo que los tres policías entraron al tiempo y que los policías uniformados pidieron café, mientras que el que vestía de civil pidió una cerveza. Versión que contradice la de la parte demandante que asegura que todos los policías pidieron bebidas alcohólicas. El camarero explicó que no le pareció conveniente servir ese tipo de bebidas a policías armados ya que "últimamente habían ocurrido cosas muy raras".

El letrado de Javier Berlana indicó que en fechas anteriores a los hechos que se juzgaban había tenido lugar en Vitoria un atentado contra las fuerzas de seguridad del Estado en una zona muy concurrida, de lo que dedujo que la presencia de los policías en el bar podría ser peligrosa para el resto de los clientes. "Por esto", aseguró el abogado del demandante,"mi defendido actuó de buena fe, en beneficio de la empresa y en salvaguardia de los clientes".

Según dicho letrado, la acción de Javier Berlana no era constitutiva de falta, por lo cual solicitó que se considerase el despido improcedente. Por su parte, el abogado del propietario del bar sostuvo que la actitud del camarero fue discriminatoria y constitutiva de una falta grave, solicitando que se desestimase la demanda. José Ramón Aguíriano explicó al magistrado que había reconvenido en numerosas ocasiones a Berlana, pero que nunca se había registrado una queja formal.