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Un vecino de Vallecas, secuestrado durante dos horas por unos hombres a los que debía dinero

Tres o cuatro desconocidos secuestraron durante un par de horas en la noche del pasado martes a un joven de 27 años, en lo que parece un intento de los primeros por cobrar una cantidad de dinero que les debía el segundo. La policía sospecha que el asunto está relacionado con tráfico de drogas.A las 22.41 horas del martes, una mujer telefoneó al 091 para decir que unos hombres se habían llevado por la fuerza al hijo de una vecina. La llamada procedía de un bloque de viviendas de la calle de Rafael Fernández Hijicos, en Vallecas. Un coche zeta fue enviado al lugar, y allí una mujer de 66 años, de nombre Agustina, confirmó que su hijo Antonio, de 27 años, acababa de ser secuestrado. Tres o cuatro hombres le habían amenazado, arrastrado fuera de la casa e introducido en un coche, cuya marca y matrícula no retuvo la mujer.

La señora se negó a presentar denuncia, puesto que, según dijo, se trataba de un asunto privado de su hijo, detenido en 1983 como presunto autor de un atraco, en situación actual de busca y captura ordenada por un juzgado madrileño y toxicómano, según comprobó la policía.

En la mañana de ayer, los funcionarios se presentaron de nuevo en el domicilio. Allí se les informó de que Antonio había regresado a casa a las 0.30 del miércoles, y de que, tras recoger algunas cosas, había salido a la calle a toda velocidad. Durante su fugaz estancia en el piso, Antonio aseguró a su madre que debía 2.500 pesetas a los tipos que le habían introducido en el coche a la fuerza y de los que había logrado escapar. Iba a esconderse en lugar seguro.

Puerta destrozada

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A los diez minutos de la partida de Antonio, los mismos individuos volvieron a llamar a la puerta de su casa. Como la madre no les abrió, los desconocidos destrozaron a golpes la puerta, mientras gritaban que Antonio les debía dinero. Agustina logró que se marcharan cuando chilló que iba a llamar a la policía.

En este segundo encuentro con los funcionarios de la comisaría de Vallecas, Agustina presentó denuncia, pero tan sólo por los daños causados a su puerta. Repitió que su hijo es un heroinómano y que ella no quería saber nada de los líos en que se metía.

Por otra parte, la Jefatura Superior de Policía informó ayer de la detención en los últimos días en Madrid de 10 personas, de nacionalidades nigeriana, camerunesa y española, supuestamente implicadas en tráfico de estupefacientes.

Se les han ocupado 1.480 gramos de heroína y 1.500 de hachís.

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