El INI desea segregar la división militar en la venta de ENASA

El Instituto Nacional de Industria (INI) está interesado en desligar la división militar de la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA) de las negociaciones, actualmente suspendidas, con la multinacional norteamericana General Motors para la privatización de la empresa, o de cualquier operación similar, según una conversación recientemente mantenida entre representantes de la compañía y del comité de empresa.

Razones de Defensa aconsejan al INI diferenciar la fabricación de camiones militares del resto de los productos Pegaso, por el hecho de que no es deseable que una multinacional posea la mayoría del capital en la fabricación española de ese tipo de vehículos. Otras fuentes habían apuntado, previamente, que a General Motors no le interesaba la división de Defensa de ENASA.Representantes de ENASA y del INI manifestaron al comité de empresa que las negociaciones con General Motors habían quedado suspendidas a finales de octubre, durante la visita de directivos de la multinacional a Madrid.

Fuentes sindicales manifestaron que, así como en el resto de los camiones fabricados por Pegaso la voluntad manifestada por el INI es llegar a una participación mayoritaria de una multinacional, norteamericana o japonesa, en el más breve plazo de tiempo posible, se pretende conseguir, en cambio, el mantenimiento de la mayoría de capital público para el caso de la fabricación de tanquetas militares. Actualmente, este tipo de vehículos constituye el 35% de la facturación de Pegaso.

El momento álgido de la fabricación de este tipo de camiones militares se produjo en 1982, cuando ENASA suscribió con el Gobierno de Egipto la venta de 4.000 tanquetas, tres meses después de la ruptura de la empresa con la multinacional norteamericana International Harvester. Una segunda parte de este contrato ha supuesto este año la congelación en la factoría de la Zona Franca de Barcelona de otros 2.500 vehículos similares, fabricados también para Egipto, que permanecen bloqueados por el incumplimiento del contrato.

Las pérdidas acumuladas de ENASA durante los últimos cinco años ascendieron a 36.962 millones de pesetas. La curva en descenso de los números rojos, iniciada con el plan de viabilidad de 1980, volvió a elevarse en 1984, que registró pérdidas por valor de 3.500 millones. Desde hace prácticamente un año, el INI mantiene negociaciones para la privatización de ENASA, de forma que pueda beneficiarse de tecnología y capital multinacional para afrontar el descenso de consumo en el mercado interior y la próxima incorporación de España a la Comunidad Económica Europea.