Saraiva de Carvalho se niega a testificar, como protesta por la situación de los reos
ENVIADO ESPECIALEl tribunal que juzga a Otelo Saraiva de Carvalho en Lisboa dio ayer por concluido el interrogatorio del acusado, al negarse éste a proseguir, por no encontrarse "capacitado emocionalmente para continuar" después de conocer la situación en que se encuentran detenidos sus compañeros. A partir de hoy comenzará a ser interrogado Humberto Dinis Machado, acusado también de ser uno de los fundadores y dirigentes del grupo terrorista Fuerzas Populares 25 de Abril (FP-25).
El capitán de abril, que había testificado abiertamente durante ocho sesiones consecutivas, se negó ayer a responder a las preguntas, debido "a las condiciones en que se encuentran detenidos los reos del proceso".
Tras la fuga, el pasado 22 de septiembre, de 10 presuntos miembros de las FP-25, que aún se encuentran en libertad, las autoridades carcelarlas instauraron un régimen de máxima seguridad para los presos de este grupo. Desde entonces, permanecen encerrados en sus celdas durante 23 horas al día y tienen recortadas las comunicaciones con familiares y abogados. Para protestar contra ello, 24 de los presuntos miembros de las FP-25 iniciaron una huelga de hambre que aún se mantiene hoy. Para Saraiva de Carvalho, las condiciones del encarcelamiento "son rayanas con el prefascismo".
"El director general de los servicios penitenciarios puede consíderar a mis camaradas unos individuos extremadamente peligrosos, pero yo no pienso lo mismo", dijo.
El juez-presidente, Adelino Salvado, respondió que no compete al tribunal decidir sobre el régimen carcelario en que se encuentran los engausados, e hizo hincapié en que los reos son libres de responder o no a las preguntas de los magistrados. Saraiva de Carvalho, de 49 años, reiteró su negativa a declarar, y el juez convocó para hoy a Dinis Machado, a sus 56 años el acusado de mayor edad.
Huelga propagandística
El director general de los servicios penitenciarios, Gaspar Castelo Branco, considera que la huelga de los procesado es propagandística. "Yo diría que es un ayuno, porque si no, a los 35 días de huelga de hambre, no podrían estar en tan buenas condiciones como se encuentran", dice. De los 11 huelguistas que se hallaban en el hospital-prisión de Caxías, 10 han sido enviados a la cárcel de Lisboa con sus restantes compañeros, por rechazar observación y tratamiento médico, señala el director general. Sólo queda en el centro hospitalario otro huelguista que acepta el control sanitario.Este inesperado mutismo de Saraiva de Carvalho sorprendió a los observadores y periodistas que asisten al juicio. El acusado había mantenido una estrategia de defensa totalmente abierta porque, dijo, "ya que el Proyecto Global, se ha echado a perder, vamos hasta el final", y obviamente conocía las condiciones del encarcelamiento de los otros acusados. La defensa del capitán de abril había generado enfrentamientos con los abogados de los otros acusados y se especula sobre alguna indicación, léase amenaza, desde las FP-25.
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