Lendl-McEnroe, final del torneo multimillonario de Amberes
Amberes El tenista estadounidense John McEnroe derrotó ayer por 6-3 y 6-4 al alemán occidental Boris Becker, campeón de Wimbledon a los 17 años, en la primera semifinal del torneo multimillonario de Amberes. McEnroe se enfrentará hoy en la final (TVE-2, 15.00 horas) al checoslovaco Ivan Lendl, el mejor jugador en las clasificaciones mundiales, que venció en la otra semifinal al sueco Anders Jarryd por 6-3 y 6-2.Mientras Lendl tuvo un fácil partido, McEnroe y Beeker repitieron el encuentro que, como exhibición, disputaron el pasado martes en Barcelona. El norteamericano insistió en su táctica y aprovechó la fuerza tremenda de los golpes del joven alemán para lanzar bolas esquinadas y siempre con la intención de sorprender a un Becker lento en sus movimientos. Si en Barcelona McEnroe ganó por 6-2 y 7-5, en Amberes tuvo que conformarse Becker con apuntarse exactamente el mismo número de juegos, siete.
Becker llegó a dominar por 3-1 en la segunda manga. Pese a ello, el alemán, obsesionado con la idea de batir a McEnroe para acortar su camino hacia la posición de número uno, no supo mantener su servicio y se encontró rebasado por 3-4. McEnroe levantó un 0-40 en el último juego para clasificarse como finalista.
Para Becker, "McEnroe es el mejor, pero quiero ganarle para llegar cuanto antes a ser el número uno. Creo que aún me faltan partidos para aprender a moverme mejor y a dominar mis nervios. He fallado demasiadas voleas por una excesiva precipitación". "Tengo 17 años: ¿qué esperan de mí ante gente como McEnroe o Lendl?", con cluyó el alemán.
McEnroe elogió el juego de Becker, con el que mantuvo más que un duelo tenístico. Las miradas retadoras entre ambos se reprodujeron a lo largo del encuentro. Para McEnroe, "Becker va a notar en los próximos meses la presión psicológica que recae sobre todos los que llegan a estar entre los mejores. Para ser el número uno no basta con ganar un torneo importante. Es algo a lo que cuesta años y años llegar".
La raqueta de diamantes
El trofeo de este torneo es una raqueta de diamantes valorada en 160 millones de pesetas y que conseguirá en propiedad el primer jugador que consiga vencer tres veces en cinco ediciones consecutivas. Lendl, que ganó en 1982 y 1984, aspira este año a quedárselo. Para McEnroe, ése será el reto de la final de hoy: "Quiero ganar este año. Ya vencí en 1983 y, si lo consigo hoy, aspiraré en 1986 a la raqueta de diamantes".
Al margen de la raqueta, los premios en metálico también son espectaculares en un campeonato al que sólo se tiene acceso por invitación tras ganar uno de los torneos europeos del año. El vencedor cobrará unos 33 millones de pesetas. Sergio Casal, el único español presente en el torneo por haber ganado en Florencia, cobró unos 2,5 millones por ganar en la primera ronda al alemán occidental Osterthum y perder en la segunda frente al propio Lendl.
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