La Guardia Urbana de Barcelona asume progresivamente el control de las manifestaciones callejeras
Un centenar de agentes de la Guardia Urbana, provisto de material de autoprotección -cascos y aerosoles irritantes-, controló el pasado domingo en Barcelona la manifestación de protesta contra el juicio a dos de los implicados en el caso Bultó, que se celebrará el próximo jueves. Ésta es la tercera vez en los últimos ocho meses que la Policía Municipal sustituye a la Policía Nacional en el control de manifestaciones y concentraciones.
La iniciativa responde a la estrategia de sustitución paulatina de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado por las policías locales, en aquellos casos de alteración de la convivencia ciudadana, en línea con la filosofía de los trabajos de una comisión municipal, la comisión Socías, y de los acuerdos del Consejo de Seguridad Urbana.
El pasado domingo, los agentes, dotados por primera vez con materiales de autoprotección, controlaron, sin tener que intervenir, a los independentistas que reclamaban amnistía para sus correligionarios Carles Sastre, Antoni Massaguer, Xavier Barberá y Montserrat Tarragó.
La medida de sustituir paulatinamente a las compañías de reserva de la Policía Nacional por dotaciones de la Guardia Urbana fue criticada duramente ayer por los Comités de Solidaridad con los Patriotas Catalanes, convocantes de la citada manifestación.
"No existe voluntad de sustituir a la policía en los disturbios propiamente dichos. De lo que se trata", declaró ayer Ángel Abad, coordinador de Protección Ciudadana del Ayuntamiento, "es de cumplir la ley de Régimen Local, que en su artículo 25 deja claro que, en caso de necesidad, la policía municipal es tá obligada a proteger la seguridad de los bienes y de las personas".
El reforzamiento de la Guardia Urbana de Barcelona responde a la convicción municipal de que la seguridad ciudadana debe ser competencia de la policía local.
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