Entrevista con Federico Carlos Sainz de Robles

CAMBIO 16Respuesta. ( ... ) Me voy con la sensación de que en España se ha perdido la oportunidad única de construir, experimentar, cribar, corregir -con el método de juzgar y rectificar constantemente los erroresun auténtico poder judicial. Esta garantía y esta oportunidad se han perdido, aunque pueden récuperarse. Nosotros deploramos que esa experiencia se haya truncado antes de llegar a su culíninación.Pregunta. ¿Contrariado y decepcionado porque el Ejecutivo haya conseguido someter al poder judicial?

R. El Gobierno no ha conseguido someter al poder judicial ni lo conseguirá mientras el poder judicial tenga sentido de tal y haya jueces cuya vocación lleva implicita la independencia. Lo que ha hecho ha sido quitarle a ese poder judicial, iniciado en el año 1980, una serie de competencias que atañen a la eficacia de lajusticia. Pero no puede cafificarse como un sometimiendo del poder judicial, en el que el ciudadano siempre ve la independencia o la claudicación del juez.

P. Que la judicatura y la administración de justicia dependan de criterios políticos ¿no pone en riesgo evidente su independencia y compromete seriamente las bases de. un -Estado de derecho? -

R. No hay duda de que estamos en la vía del riesgo. El Gobierno socialista ha optado por asumir la total competencia sobre la organización -y eficacia de la justicia. Esto es una o pción que le vinc ula a él y a través de la ley orgánica del Poder Judicial puede vincular a sucesivos Gobiernos, en tanto en cuanto otras mayorías parlamentarias no decidan modificar dicha ley y atribuir al Consejo el techo constitucional de ser el órgano de gobierno de un poder autónomo del Estado como, es él judicial, según el título sexto de nuestra norma fundamental.

P. Pero la justicia ¿no se ha quebrado ya?

R. Sí, se ha. quebrado en parte, porque no ha funcionado satisfáctoriamehté, porque ha sido lenta, porque a veces ha sido cara,, porque. a veces ha sido hermética, porque quizá no ha respondido a las necesidades de una sociedad en desarrollo por una parte y en crisis por otra, pero se ha convertido la fe en la independencia no de este o aquel juez, sino de la institución. Por eso, ponerla en riesgo es peligrosísimo.

R. La independencia del juez garantizará la rapidez de la justicia, el cumplimiento de los plazos procesales, la bondad de la sentencia y la imparcialidad de los pronunciamientos; el resto, que es lo que yo y muchos como yo llamarnos eficacia de la justicia, va a depender sólo de la actividad del poder ejecutivo.

P.Señor Sainz de Robles, ¿continuaría usted al frente de la ppesidencia del Consejo si se lo pidiesen?

R. No, nunca. Hay razones objetivas: yo tengo interpuestos varios conflictos ante el Tribunal Constitucional, entendiendo que la enmienda que atribuye a las Cámaras la elección de todos lo! vocales del Consejo del Poder Judicial no es acorde con la Constitución, y en tanto el Tribunal Constitucional no aclare el sentido del artículo 122 de la Constitución yo no podría estar nunca al frente de un Consejo de composición y origen distinto al que ha movido los cinco años de mi actuación. Además, creo que un nuevo planteamiento del Consejo requiere otros hombres y otro hombre en su presidencia, y existe un estado de agotamiento y una decidida voluntad de volver a mi vocación de siempre, que es la. de juez.

P. Señor Sainz de Robles, acaban de hacerse públicos los nombramientos de los. miembros del nuevo Consejo General del Poder Judicial. ¿Qué impresión le ha producido conocer esos nombres, alguno de los cuales ha sido un serio adversario de usted?

R. Que me haga esa pregunta me parece lógico. Tan lógico como que no le la conteste. Ni por ética ni por estética. En este asunto he querido mantenerme al margen y observar una postura de asepsia. No sólo no deseo pronunciarme sobre este tema, sino ni siquiera comentarlo. Yo me voy el próximo día 23 de nuevo a la Sala Tercera del Tribunal Supremo, desde donde llegué a la presidencia del Consejo del Poder Judicial, y a partir de ese día, remedando a Unamuno, le diré a usted: "Que luchen ellos...", ya que mi lucha radicará en el campo de la jurisprudencia. Lo que no es poco.

21 de octubre