Una mujer fuerte y responsable
María Dolores González Cataráin, Yoyes, de 31 años, natural de Villafranca de Ordizia (Guipúzcoa), es una de las pocas mujeres que ha formado parte de la dirección de ETA. Estudiante de magisterio, huyó al País Vasco francés a finales de 1973, tras la desarticulación de un comando etarra, en el que estaba encuadrada, y rápidamente asumió los planteamientos políticos de José Miguel Beñarán, Argala, dirigente de ETA Militar asesinado en San Juan de Luz (Francia) en 1978 por un atentado del Batallón Vasco Español.Voluntariosa, exigente consigo misma y con los demás, Yoyes se creó en pocos años en los círculos de la organización la imagen de mujer fuerte y responsable. Algunas de las personas que la conocieron en los años setenta le atribuyen un carácter duro e intransigente, pero otras limitan estos adjetivos exclusivamente a su comportamiento en el terreno del enfrentamiento político. Todas apuntan, en cualquier caso, su actitud inicialmente receptiva ante los planteamientos opuestos y su capacidad comunicativa.
Inquietudes culturales
Según estos testimonios, nunca ejerció el papel de teórico de la organización, pero siempre mostró ciertas inquietudes culturales. Su esquemas políticos encajaban casi siempre con el discurso elaborado por Argala. Y, de hecho, en las reuniones entre partidos políticos abertzales celebradas en torno a la alternativa KAS, en vísperas de las primeras elecciones, Yoyes se limitó a asentir y corroborar las propuestas de Argala. Tras la muerte de este dirigente, pareció que María Dolores empezaba a perder su influencia en la organización, dominada ahora por los antiguos bereziak (especiales), provenientes de ETApm.
Confinada
Detenida y confinada en varias ocasiones por la Administración francesa y con una solicitud de extradición planteada infructuosamente por el Gobierno español, Yoyes se trasladó a México, al parecer a finales de 1979. Allí trabajó como traductora y obtuvo la licenciatura en sociología urbana.
Personas que se entrevistaron con María Dolores González en 1980 indican que en esos años Yoyes atravesaba una gran crisis personal, pretendidamente ajena a la evolución de su antigua organización y al curso de los acontecimientos políticos en Euskadi.
Su esposo, Juan José Dorronsoro Goikoetxea, indicó ayer que María Dolores González Cataráin pretende dedicarse a la enseñanza. Ambos tienen un hijo de tres años.
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