El nuevo director de la radiotelevisión vasca 'descubre' 1.000 millones de deficit

El nuevo director general de la radiotelevisión vasca, José María Gorordo, nombrado hace 20 días, se ha encontrado con un agujero presupuestario de 1.000 millones de pesetas, según una comunicación escrita enviada por el propio director general a los miembros del consejo de administración del citado organismo público.

En el escrito se habla del "reciente descubrimiento de un importante déficit de gestión para el año en curso, 1985, y un déficit incorporado en los presupuestos de 1986", que aconsejaría "aprobar una habilitación de presupuesto de 1.000 millones de pesetas destinados a situar el comienzo de la nueva gestión en un punto de partida neutro".Asimismo pide al Consejo su asentimiento a la "solicitud de un complemento de 600 millones para 1986, destinados a la financiación de un conjunto de acciones de formación y entrenamiento de personal, implantación del plan organizativo y recuperación de la imagen".

La suma de las dos cantidades solicitadas supone cerca del 50% del presupuesto del Ente autónomo Radiotelevisión Vasca para 1985 (algo más de 3.800 millones de pesetas).

Entre las razones que habrían determinado el déficit, el informe del director general cita el desfase entre los ingresos previstos por publicidad (725 millones de pesetas) y los realmente contratados, que no superarán, se estima, los 215 millones de pesetas para el conjunto del año en curso.

Motivos del desfase

A su vez, entre los motivos de ese desfase se alude a las reticencias de las agencias de publicidad ante el "alarmante descenso de la audiencia" experimentado por la televisión vasca en los últimos meses.Una parte sustancial de los 600 millones adicionales solicitados por Gorordo para el ejercicio de 1986 se destinará a la contratación de profesionales de Televisión Española -sin incorporación a plantilla- para colaborar "en el aprendizaje de personal, diseño de programas y forma de actuación en esta nueva etapa", así como la de "otro tipo de asesores externos". Dicha partida supondría un gasto extra de unos 400 millones de pesetas.

Ambas propuestas fueron rechazadas en su reunión del pasado martes, día 151 por el consejo de administración. Los consejeros expresaron su sorpresa por no haber recibido con anterioridad información alguna que indicase la existencia de un déficit tan importante.

Algunos de ellos explicaron su voto negativo aduciendo que la escasa repercusión social de la televisión vasca, (puesta de relieve en la indiferencia con que la mayoría de la población vasca había asistido a la larga huelga intermitente mantenida por los trabajadores del medio entre junio y octubre del presente año), tornaba injustificable un esfuerzo presupuestario adicional como el solicitado.

El propio Gorordo admite implícitamente esa indiferencia popular ante la televisión vasca cuando argumenta en su escrito que "ningún país democrático hubiera sido capaz de asumir unos conflictos tan largos", -19 días consecutivos de huelga en enero y supresión de emisiones los domingos y lunes entre el 9 de junio y el 30 de septiembre-, "sin provocar una crisis en la propia Administración".

"El poco eco social que ha tenido la huelga", añade Gorordo, "es un dato que conviene tener en cuenta en todo momento".