'Yoyes' González, una histórica de ETA Militar, se acoge a la reinserción

María Dolores González Cataráin, Yoyes, natural de Villafranca de Ordizia (Guipúzcoa), que durante la década de los setenta fue una de las principales dirigentes de ETA Militar, regresó ayer al País Vasco, acogiéndose a las medidas de reinserción social propiciadas por el Ministerio del Interior. González Cataráin, de 31 años, casada con Juan José Dorronsoro Goikoetxea, madre de un hijo, regresó, vía París, desde México, país en el que ha vivido los últimos seis años.

Yoyes es la ex militante de ETAm más importante que se ha acogido hasta el momento a las medidas de reinserción.Desde 1973, fecha en que huyó a Francia -país en el que obtuvo la carta de refugiado pólítico-, la policía española la ha buscado bajo la acusación, entre otras, de haber participado en el atentado que costó la vida al presidente del Gobierno, almirante Carrero Blanco. La ex dirigente etarra participó, junto con José Miguel Beftarán Ordeñana, Argala, en las conversaciones que a finales de 1976 y principios de 1977 mantuvieron varios partidos políticos vascos en el sur de Francia con la dirección de ETA Militar.

Amnistía

En aquellas conversaciones, ambas partes trataban de llegar a un acuerdo sobre las amnistía a los presos políticos vascos y la posibilidad de que todos los grupos de Euskadi pudieran concurrir a las elecciones.

Los partidos, entre los que se encontraba el PNV, pretendían que ETA abandonara las armas después de lograr una amplia amnistía. En la primavera de 1977, las conversaciones no prosiguieron, dada- la dificultad para ponerse de acuerdo ambaá partes en los temas básicos.

Dirección de ETAm

A raíz del atentado que costó la vida en Biarrítz a José Miguel Beñaránj Argala, el 21 de diciembre de 1978, María Dolores González, junto con Eugenio Etxebeste Arizcuren, Antxon, (actualmente deportado en la República Dominicana) asumió la dirección de la ejecutiva de ETA Militar.

A finales de enero de 1979, la policía francesa detuvo a Yoyes, y a otros 13 refugiados vascos, y los confiné en el departamento de los Alpes de la Alta Provenza. Los 14 etarras tenían que presentarse en la pequeña localidad de Tingers dos veces al día a la policía, y no podían abandonar la población sin un permiso especial. En marzo, tras dos meses de confinamiento, los 14 refugiados desparecieron de Tingers y volvieron semanas después al País Vasco francés.

Ese mismo año, 1979, Yoyes abandonó Francia y se instaló en México. Allí tuvo un hijo, que ahora cuenta tres años, trabajó como traductora y estudió una carrera universitaria.

Ayer, al conocerse el regreso de Yoyes González a Euskadi, el comité de refugiados políticos vascos, organización que engloba a presuntos etarras que no aceptan la vía de la reinserción, hizo público un comunicado en el que critica la decisión adoptada por Yoyes. Para el comité, Yoyes "ha adoptado una actitud de arrepentimiento, acudiendo a la bajeza de buscar una solución personal, ignorando insolidariamente a la globalidad de la situación en la que nos vemos inmersos el conjunto de refugiados".