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Tribuna
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Moviola

El pasado domingo Estudio estadio restableció el espacio de la moviola. Ocioso es recordar, si hubiéramos de referirnos a la afición futbolística, la alta soberanía que adquirió este artilugio de la comunicación moderna. El fútbol, como es sabido, no es únicamente deporte o juego. Jornada tras jornada, lo que se dilucida tras la sentencia del marcador es relevantemente la justicia o injusticia del resultado. El hincha conoce que el mundo es arbitrario y prevaricador, que la justicia no tiene segura residencia en esta tierra y que el trío arbitral no es otra cosa que una mera encarnación de un tribunal mundano. Por encima de ello existió, sin embargo, el socorro de la moviola. En la silenciosa noche del domingo, como una subida a la instancia infalible, llegaba a las pantallas un reino en el que se arreglaban las cuentas. El aficionado podía dormir en paz.Ha debido ser, sin duda, la meticulosa exégesis de este proceso lo que ha decidido a Televisión Española a reanudar, reforzándola, la actuación de la moviola. En el programa actual ya no salen famosos árbitros retirados que revocan o confirman las sentencias del magistrado a pie de campo. Esta figura del árbitro honorable y acomodado era sólo la simulación de un miembro del Supremo, pero con ello, ha debido pensar una mente apropiada, el caso quedaba todavía en manos de la judicatura. La innovación de TVE ahora corrige este matiz corporativista y lo trasciende. Efectivamente, y puesto que la moviola representa un auténtico juicio final, los responsables hicieron comparecer, el domingo, al mismísimo ministro de la Presidencia, señor Moscoso, y a un señor teólogo. Nadie en este estado democrático podrá decir ya que no le atienden sus problemas de aficionado. El ministro de la Presidencia abandona su descanso para escudriñar si fue o no fue un derribo dentro del área. El teólogo enaltece a regla divina la correcta aplicación de la ley de la ventaja. Quienes de nosotros, feligreses del fútbol, contemplábamos la escena no dábamos crédito a los ojos. ¡La propia teología y el departamento de la Presidencia en la moviola! íDios mío, nuestra fe ha sido al fin recompensada!

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