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GENTE

Gerhard Koll

Un joven campesino austriaco, atendió a la llamada a filas cumplidamente, pero compareció en el cuartel de Landeck, en el Tirol, acompañado de sus ocho vacas. Koll alegó que no tiene quien las atienda, porque su esposa presta ya suficiente labor con el cuidado de dos parientes ancianos y un hijo de corta edad. Por ello, su presencia en la granja es imprescindible, y, de acudir al servicio militar, sólo puede hacerlo con los ocho animales. Koll ha conseguido ya que el caso sea revisado, pero él y sus vacas están pendientes aún de la decisión final.

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