Un guardia civil se pega un tiro en Barcelona jugando a la 'ruleta rusa'

El guardia civil Miguel Pulido Martín, de 30 años de edad, destinado en la Compañía de Especialistas Fiscales de la 411 Comandancia, con sede en Barcelona, se pegó un tiro accidentalmente en la madrugada de ayer mientras jugaba a la ruleta rusa en la terraza de un bar de esta ciudad.

El guardia falleció a las 4.54 horas del jueves en el hospital de Nuestra Señora del Mar de Barcelona, a causa de una herida por arma de fuego con orificio de entrada y salida por la bóveda craneal, pérdida de masa encefálica y parada cardio-respiratoria.Miguel Pulido había llegado sobre las tres de la madrugada de ayer a la terraza de la cafetería La Tertulia, en el número 14 del paseo del Triunfo, en el barrio de Poblenou, a poco más de un kilómetro del domicilio paterno, donde vivía desde hace 15 años.

La cafetería ya estaba cerrada, pero en una de las nueve mesas de la pequeña terraza se encontraban un camarero, un policía de la cercana comisaría, situada en el número 31 de la misma calle, y una tercera persona. El camarero explicó así el suceso: "Estábamos echando un cigarrillo, cuando llegó Miguel y dijo que iba a disparar a la franja blanca de la señal de dirección prohibida situada en la esquina con la calle de Messagera, a unos 15 metros de donde se encontraban sentados".

"Después de disparar, cogió el revolver y creyó vaciar el tambor de balas, sin darse cuenta de que le quedaba una. Nosotros le dijimos que dejara de jugar, pero respondió que en eso de las ruletas, cuando te tocaba, te tocaba", añadió el mismo testigo.

El guardia civil, que iba de paisano, volvió el arma en dirección a su cabeza y empezó a apretar el gatillo. A la cuarta ocasión en que sonó el percutor, una bala, que quedaba en el tambor, le atravesó el cráneo. "Estaba hablando de que tenía muy buena puntería, hablaba frecuentemente de ello", añadió el testigo, quien negó que el guardia estuviera bebido.

Miguel Pulido había empezado ayer un permiso de 10 días, que aún le quedaban de sus vacaciones de verano.

Miguel Pulido había nacido en Cáceres, en 1955, y pertenecía a la Guardia Civil desde hace seis años.