El Celtic pide a su afición que no se acerque hoy al estadio

El Atlético Negó ayer a Glasgow sin estridencias, en silencio, casi como un anticipo del partido que juega hoy (14.00 horas) frente a los 11 hombres del Celtic, pero sin la presión de los 67.000 espectadores que no asistirán al Celtic Park como castigo impuesto por la UEFA por sus excesos de la temporada anterior. Cinturones policiales impedirán una eventual aproximación de los hinchas al campo. La UEFA ha prohibido, igualmente, la transmisión del partido por radio.

"It's an old grand team" (Es un viejo gran equipo). Así comienza la canción oficial del Celtic, club al que le faltan tres años para cumplir un siglo de existencia. Fundado en 1888, ha ganado a lo largo de 97 años 33 títulos de Liga y 27 de Copa, y cuenta con el hito de haber sido el primer club británico en ganar una Copa de Europa. Ahora se encuentra ante el problema de perder la recaudación de este encuentro e incluso ha tenido que hacer un llamamiento a sus aficionados para que no vayan a provocar disturbios por la ciudad. A fin de evitar cualquier tipo de incidentes, el encuentro se celebrará durante el horario laboral.Fue en la temporada 1966-1967, de la mano del recientemente fallecido seleccionador escocés Jock Stein, que logró, además, el récord de nada menos que nueve ligas consecutivas.

El Celtic representa el símbolo de la minoría católica escocesa (medio millón de los cuatro de población), mientras que su gran rival, el Rangers, asume tal condición entre los protestantes. Fue un sacerdote católico, el padre Walfred, quien creó el club, y si bien el Celtic también tiene seguidores protestantes, el Rangers no cuenta con católicos entre sus hinchas. Más aún: puede afirmarse que no todos los seguidores del Celtic son católicos, pero sí que todos los católicos son del Celtic.

En la plantilla de jugadores del rival del Atlético también hay protestantes, aunque, naturalmente, son minoría. Por ejemplo, el defensa central McAdam, el delantero Mc1nally y el capitán McGrain, un lateral derecho de 35 años, 62 veces internacional: un capitán protestante para un rebaño católico.

En Glasgow se recuerda aún con especial desagrado el anterior enfrentamiento -en la más estricta acepción del término- entre el Celtic y el Atlético. Fue en la temporada 1973-1974, cuando un exceso de virilidad mal entendida en las entradas de algunos jugadores de ambos bandos y un nefasto arbitraje de un turco de apellido Babacan estuvieron a punto de originar poco menos que un conflicto internacional. Un Atlético argentinizado, con Juan Carlos Lorenzo en el banquillo, acabó el partido de ida con ocho jugadores, por expulsión de los también argentinos Panadero Díaz y Ayala, más un lateral llamado Quique. El Atlético acabó aquel partido en empate a cero y en el estadio Calderón derrotó a los escoceses por 2-0.

El Atlético precisa marcar Necesita ganar o empatar a más de un gol. Luis alineará a: Fillol; Julio Prieto, Arteche, Ruiz, Tomás; Marina, Landáburu, Setién, Quique; Cabrera y Da Silva. Y a pesar de las dificultades de batir en su campo, aunque esté vacío, a un equipo que cuenta con internacionales como el meta Bonner, el medio McStay o los delanteros Provan y Johnston, algún jugador rojiblanco prefiere pensar, con evidente espíritu optimista, que, "por lo menos, el Celtic no es el Valladolid".