_
_
_
_
_

Maia Chiburdanidze, polifacética campeona del mundo de ajedrez

Leontxo García

Nació hace 24 años en Georgia. Ha sido dos veces elegida como miembro del Parlamento de esta República soviética. Ostenta dos importantes condecoraciones otorgadas por el Gobierno de la URSS. Estudia medicina, georgiano antiguo y griego contemporáneo. También tiene tiempo para nadar y pintar. Es Maia Chiburdanidze, campeona mundial de ajedrez. Hoy recoge en Barcelona el Óscar Mundial Femenino, que otorga anualmente la Asociación Internacional de Periodistas de Ajedrez (AIPE).

Maia Chiburdanidze nació en Kutaisi, Georgia. Entre las riquezas de esta República soviética se cuenta a sus campeonas de ajedrez. Cinco de las 10 mejores jugadoras del mundo, según la última lista de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), son georgianas: Chiburdanidz (1ª) Gaprindaschvili (4ª), loseliani (6ª), Alexandria (8ª) y Gurieli (10ª). Para Chiburdanidze, existen varias justificaciones de este fenómeno: "Antiguamente, la dote nupcial de las georgianas incluía un tablero de ajedrez. Además, durante los 16 años en que Nona Gaprindaschvili fue campeona del mundo realizó una gran labor con las jugadoras más jóvenes. A todo esto debe añadirse el constante trabajo gubernamental en pro del ajedrez".Como casi todos los grandes campeones, Chiburdanidze aprendió a jugar durante la infancia -en su caso, a los ocho años-, en el ambiente familiar. Ella no se incluye en el grupo de "niños prodigio explotados por sus padres", tan frecuente en el ajedrez. "Afortunadamente, yo no tuve ese problema, pero lo conozco bien porque ocurre a menudo en Georgia. En mi caso, la familia respetó siempre mi voluntad". "En realidad", añade riendo, "es ahora cuando me obligan'a, jugar". Para que no haya dudas sobre el tema, concluye: "Hablando en serio, mi madre es actualmente mi mejor amiga y mi principal soporte psicológico".

Chiburdanidze fue campeona soviética a los 16 años y se proclamó campeona del mundo a los 17. Para ella, "el ajedrez es principalmente un arte. Lo que más me interesa es la faceta creativa". No comparte esa teoría según la cual hay que odiar al adversario mientras dura la partida: "Prefiero odiar sólamente al rey del bando rival".

Su opinión sobre el actual encuentro entre Karpov y Kasparov no podía faltar en el diálogo: "En vísperas del enfrentamiento, yo había pronosticado una ligera superioridad de Karpov. La actual situación del marcador me da la razón. Sin embargo, Kasparov ha mejorado mucho desde el encuentro anterior. Habrá que esperar hasta, el final para saber si su equilibrio psicológico se mantiene firme".

Últimamente, el progreso de las cómputadoras que juegan al ajedrez ha sido enorme. Algunos piensan que la máquina acabará venciendo al hombre, pero Maia no está de acuerdo: "Es imposible. La máquina puede calcular miles de variantes, pero no tiene intuición. La creatividad será siempre exclusiva del hombre".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_