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Manuel Fraga fue recibido con carteles de Felipe González en su visita a un mercado gallego

Manuel Fraga, presidente de AP, realizó ayer en La Coruña una jornada típicamente electoral: 12 horas continuadas de paseos, visitas a mercados y reuniones con sectores y entidades diversos. En uno de los mercados de abastos, el líder de la oposición conservadora, que iba rodeado de afiliadas a AP y a Nuevas Generaciones, fue recibido con gritos de "fuera, fuera" y la exhibición de carteles del presidente Felipe González.

A pesar de que el Gobierno aliancista gallego fijó recientemente el inicio de la campaña para el 8 de noviembre, el líder de AP realizó ayer una verdadera jornada electoral. Un día Fraga en La Coruña, no exento de contestaciones y abucheos, que coincidió con la visita del ministro Joaquín Almunia.Fraga recorrió a pie las calles céntricas de la ciudad, visitó bares y cafeterías en distintos barrios periféricos y sintonizó en pocos minutos con los problemas de diversos gremios, entidades deportivas y centros sociales de juventud o de la tercera edad.

El presidente de Alianza Popular inició la visita comprando 1.000 pesetas de claveles rosas que iba repartiendo a las espectadoras, mientras se desarrollaba una guerra coral entre el séquito y parte de las vendedoras, que aclamaban: "Fraga, Fraga", mientras otra fracción gritaba: "Fuera, fuera", y agitaba carteles con la imagen del presidente González.

Fraga, sin inmutarse demasiado, repartió uno a uno los claveles entre las damas presentes negándose rotundamente a hacer otro tanto con algunos de los varones que también los reclamaban.

Los ganaderos tuvieron la oportunidad de entregarle un informe, copia de otro enviado al presidente de la Xunta, que Fraga se comprometió a apoyar. Sin embargo, las visitas más expresivas producidas en esta ráfaga decididamente electoral fueron las efectuadas a dos mercados de abastos del centro.

Entre sus partidarias destacaba una vendedora ataviada con una cofia con los colores de San Agustín, la bandera gallega, y un fajín con los nacionales.

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Media hora después, en el mercado de San Agustín, se recrudecía la batalla sonora entre partidarias y detractoras del líder conservador. En este caso, ante el estruendo incrementando por los golpes en los platillos de las balanzas que daban las opositoras, Fraga se limitó a un recorrido periférico por el centro de abastos, antes de salir en coche hasta el próximo destino.

Manuel Fraga no olvidó, sin embargo, hacer entrega a los presentes de su Manifiesto político 85 de Alianza Popular, y de repartir las flores del ramo con que fue obsequiado a su llegada, a las señoras presentes.

El presidente de Alianza Popular entregaba, a las personas que le hacían peticiones concretas, una tarjeta suya y les pedía que planteasen los temas por escrito para su posterior estudio.

Visitas a Santiago y Orense

La jornada matutina del líder conservador se completó con un almuerzo multitudinario con empresarios coruñeses, al que asistieron unos 300, en un hotel de la ciudad. Por la tarde continuó su recorrido por diversos barrios de La Coruña y concluyó la jornada con una reunión con el sector de la hostelería.El líder conservador, que hoy centrará su actividad en Santiago y mañana en la provincia de Orense, tuvo más contratiempos en su gira. Cuando se dirigía, acompañado del presidente gallego, Gerardo Fernández Albor, a un edificio oficial que comparten las administraciones central y autonómica, se encontró con un grupo de trabajadores de un astillero local, que esperaban la llegada del ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, al mismo edificio. Al reconocerlo, los trabajadores navales lo abuchearon, mientras el líder conservador respondía: "Pídanle cuentas al Gobierno socialista", aludiendo a los planes de reconversión del sector naval realizados por el Gobierno.

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