Un heroinómano muerto y otro muy grave al día siguiente de dejar un centro de rehabilitación
El joven de 24 años Alfonso Serra Olivares, natural de Jerez (Cádiz), que seguía tratamiento en el centro para rehabilitación de toxicómanos de Cazorla (Jaén), ingresó cadáver el pasado día 18 en el hospital Princesa de España, de Jaén, como consecuencia de una sobredosis o adulteración de heroína. La intoxicación la sufrió en la localidad jiennense de Mengíbar, a 30 kilómetros de Jaén. Otro joven que le acompañaba, José Pascual Vadillo, de 22 años y natural de Málaga, pudo salvar la vida en la UVI del citado hospital, en donde ingresó ese mismo día por idénticos motivos.
Los dos estaban internados en el centro para rehabilitación de toxicómanos José Manuel Ledesma y según el director del centro, Manuel Alvarado, los dos heroinómanos habían pedido el alta voluntaria un día antes de que se produjeran los hechos, que no fueron conocidos hasta ayer.El centro J. M. Ledesma, de Cazorla, abierto en enero de 1984, fue noticia en todos los medios de comunicación nacionales cuando, a primeros del mes de agosto, ingresó en el mismo Francisco Javier Albarrán, el primer heroinómano arrepentido que se entregó a la justicia.
Tras pasar cuatro meses en la cárcel de Carabanchel y una huelga de hambre de nueve días, Albarrán obtuvo la libertad provisional y se trasladó a Cazorla para iniciar su rehabilitación.
La muerte del heroinómano Alfonso Serra se produjo en la localidad de Mengíbar, a 30 kilómetros de Jaén y a 160 kilómetros del centro de Cazorla. A las 3.45 del pasado miércoles, día 18, el heroinómano fue recogido por una ambulancia de la Cruz Roja en una plaza de Mengíbar, en donde se encontraba semidesnudo y con señales de haber se inyectado. Trasladado al hospital de Jaén, ingresó cadáver.
El otro heroinómano, José Pascual Vadillo, fue internado en el mismo centro hospitalario, en donde se le practicó una desintoxicación de urgencia por sobredosis o adulteración de heroína. Al día siguiente, Pascual Vadillo pidió el alta voluntaria y regresó al centro para rehabilitación de Cazorla, en donde se encontraba ayer.
El director de este centro manifestó ayer a EL PAIS que ambos jóvenes mostraron una clara falta de interés en continuar el tratamiento de recuperación, una vez que superaron el síndrome de abstinencia. "Por este motivo", explica, "se les concedió el alta voluntaria, a pesar de que intentamos impedirlo".
Según Manuel Alvarado, se intentó que los dos heroinómanos no salieran juntos del centro, lo que no se consiguió porque uno de los dos jóvenes arrastró al otro. Alvarado negó que los dos jóvenes se encontraran fuera del centro por un permiso de la dirección.
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