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Tribuna:LA ELIPSE
Tribuna
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17 martes

Ya está. Lo que quiere la derecha no es el Gobierno ni el Poder ni la Historia ni la cosa. Lo que quiere la derecha es el electrodoméstico (TV). Con el electrodoméstico gobernaron España otros veinte años, a más de los veinte que llevaban, inundando España de pantanos, y piensan que todo está igual parece que fue ayer. Si no les dan el juguete, ellos se compran uno, o tres, que es el tope que les van a dejar, pero una televisión privada no es lo mismo. Da dinero, pero no da carisma. Me llegan nuevas ediciones de libros que publiqué hace 15 años, o sea que llevan 15 años vendiéndose. Yo, pues, creo en la galaxia Gutenberg. Pero la televisión es el cinexín de las dictaduras. Ellos quieren el cinexín. Oteiza, genio máximo de la escultura peninsular, me escribe desde Alzuza. ¿No quieren cultura de la imagen? Pues que vayan a Alzuza a vér la obra -ingente- de Oteiza. No. Llaman "cultura de la imagen" al cinexín. Y quieren quitárselo a Felipe. Francisco Antón Alted, de Alcalá de Henares y azaflista, me escribe elogiando mi modesto trabajo sobre su paisano. "Es usted un verdadero culturón", dice. "Aquí en Alcalá, hasta hace poco, embadurnaban y destrozaban la lápida que recordaba que en aquella casa había nacido Azaña". Mire usted, señor Antón Alted, una lápida como ésa es una imagen y es cultura, pero ellos llaman "cultura de la imagen" al telexín. No luchan por ganar las elecciones, sino por darle todo el rato a la manivela del telexín, como le daban. Doña Mariquita de mi corazón, de Mufloz Román, con las piernas líricas de María José Cantudo, yo creo que es cultura de la imagen, pero no parece que Fraga vaya a contratarse de vedetona en ningún revistón. Lo que quieren es el telexín, el telexín.

19 jueves

Ágatha Ruiz de la Prada me regala una camisa azul y marrón y me invita a almorzar.-Llevo una semana harta de fotos.

-Es que eres la modelo de ti misma, tía.

-No lo creas. Para el pase de otoño tengo 25 modelos. Y podría haber tenido 50. Será en el Museo del Ferrocarril y espero que no faltes.

Deduzco que las modelos, hoy, se flipan para actuar (ya he visto alguna colocada en los pases de Adolfo Domínguez). Habrá una orquesta rock a tope.

-El próximo libro te lo presento yo, Paco, para que aprendan lo que es una presentación.

Deduzco que ésta es la nueva cultura visual, mientras los políticos siguen engarfiados al cinexín televisivo, para salir diciendo "de que". Y nuestra derecha quiere meterse en una cámara de televisión, como antes se metía en una armadura de descansillo de escalera, para seguir ganando batallas después de muerta.

20 viernes

Pero lo último, fósiles, no es la cultura visual (FG ganó las generales sin tener la tele), sino la cultura olfativa. El mayor negocio del mundo es, hoy, un negocio lírico: atención, neonovovenecianos: el que encuentra un perfume adecuado, que pega, con un nombre y un lanzamiento adecuados, ya se ha hecho millonario con la más sutil de las materias: la respiración. Le iban a dar siete kilos a Senillosa por anunciar una colonia nueva para hombres. Pero surgió el doble de Miguel Boyer, imagen con más actualidad de pegada. Lo cual que nunca nos hemos preguntado ¿a qué huele la derecha? A testamentaría del abuelo, conejo montuno y último cartucho quemado en la cosa del 36/39. Así no se ganan unas elecciones, coleguillas. (Lo cual que la noticia no de que Canarias no fue base nazi en la guerra mundial, por intercesión de Mussolini, que tanto ha regocijado a algún rotativo, no es mía, sino de Serrano Súñer.)

22 domingo

Teatro de Jardiel en el Centro Cultural de la Villa. Gran muestra de Juan Gris en Recoletos, 22. (Gris no ha podido estar en Europalia precisamente porque ya estaba montado esto.) La taberna fantástica, del viejo maestro Alfonso Sastre, en el Círculo de Bellas Artes. Cultura visual, cultura visual. Lo dice la previsible doña Sagrario, que no se ha perdido nada:-Lo que hay que explicarles a os ultraístas de la ultranza es que la cultura visual es mucho mas que el cinexín ese de la tele, que les tiene obnubilados y avilantecidos.

(Más la comedia Analía / Vilallonga, en el Marquina.)

Gabriel Cisneros y varios de los suyos se pasaron la semana en el Congreso beatificando a Calviño y pidiendo el cinexín para ellos. Es una inercia que les ha quedado de cuando, efectivamente (viejos tiempos cimarrones del Paseo de La Habana) el cinexín era suyo. Uno no ve nunca el cinexín (salvo que salga Virginia Mataix), porque la vieja casa siempre nos brinda un viejo libro para leer, pero uno no cree que el cinexín sea para tanto como creen los políticos. Julián Marías queda mucho mejor almorzando en La Dorada, y contando cosas de Ortega, que en la televisión. La televisión sólo favorece a los que tienen telegenia. Y telegenia no tenemos casi nadie, salvo Virginia Mataix, repito. Pero las máquinas son la modernidad de la derecha que no ha modernizado su pensamiento, y cree ciegamente en ellas. De Henry Miller a Sam Shepard, toda la izquierda americana tiene denunciada la estulticia de la máquina. La tele le iba bien a Suárez, que era "el mejor locutor de España" y tiene los ojos rasgados. A Fraga lo desbarata desde el plano inicial. ¿Por qué se obstina en salir ahí? Debe ser una inercia proustiana de las sombras chinescas y el cinexín de infancia.

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