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Un policía nacional de paisano mató el sábado a un joven de 19 años en el pueblo de Vallecas

Un muchacho de 19 años de edad, Miguel Colorado Rodríguez, murió en la madrugada del sábado por los disparos de un policía nacional, fuera de servicio, que causó también numerosas lesiones, de carácter leve, a una joven. Amigos del fallecido sostienen que el policía, de forma arrogante e incomprensible, intentó primero involucrarlos en un presunto robo, los atropelló luego con un coche particular y, finalmente, hizo varios disparos, uno de los cuales alcanzó a Miguel Colorado por la espalda. La Jefatura Superior de Policía, al contrario, informó ayer que el disparo se produjo en defensa propia.

Según la versión de cuatro jóvenes que iban en el mismo grupo que el fallecido, se encontraban en el pub Jamaica, en el pueblo de Vallecas, aproximadamente a las 2.30 de la madrugada, cuando, al salir del local para ir a sus casas, les abordó un hombre de edad mediana, estatura normal, moreno, que no se identificó como policía y les acusó de haber roto los cristales de un coche aparcado en las cercanías, queriendo llevarse a dos de ellos al interior del local.El grupo no se dejó conducir y el hombre retrocedió y se alejó. Lós jóvenes continuaron su marcha y, en un momento dado, advirtieron que un vehículo se arrojaba sobre ellos velozmente. El coche era un Citroën, matrícula M-1851-BK. Miguel Colorado y Sonia, una joven de 16 años, resultaron alcanzados por el vehículo. Miguel sufrió un revolcón. Sonia recibió un golpe más fuerte y tuvo que ser atendida en la casa de socorro del pueblo de Vallecas. Presenta un golpe en la cabeza, otro en la ceja y grandes magulladoras en la pierna, brazo izquierdo y estómago.

Los jóvenes coinciden en afirmar que, en ese momento de confusión, oyeron dos o tres disparos y la voz de Miguel que decía algo parecido a "tranquilos, es de fogueo". El hombre bajó del coche, armado con una pistola, y disparó contra Miguel, que se estaba incorporando. El disparo le alcanzó en el costado derecho, por la espalda, y le atravesó el pecho. Un segundo hombre, grueso, rubio, de pelo lacio, que bajó también del coche armado con una barra de hierro, salió corriendo y desapareció.

Versiones enfrentadas

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La Jefatura Superior de Policía mantiene una versión contraria, según la cual F. M. C., policía nacional, fuera de servicio, que se encontraba en el citado pub, salió del mismo al oír un ruido de cristales y vio a ocho o diez jóvenes junto a un Talbot, aparcado, con los cristales rotos. Tuvo un enfrentamiento verbal con el grupo, los muchachos se marcharon y él se dirigió hacia su propio coche.

Unos metros más adelante, según la declaración del policía, se encontró de nuevo con el grupo y, al pasar, rozó accidentalmente a una de las muchachas. Se bajó para comprobar si había resultado lesionada y entonces los restantes jóvenes le rodearon, rompieron los cristales del coche y le golpearon, por lo que sacó la pistola y realizó tres disparos, uno de los cuales alcanzó a Miguel Colorado. El policía condujo al joven a la casa de socorro, donde ingresó cadáver. Él mismo fue asistido de contusiones leves y trasladado a La Paz para extraerle un trozo de cristal de un ojo. El policía fue puesto ayer a disposición del juez.

Los restantes miembros del grupo no se dieron cuenta en un primer momento de que Miguel estaba muerto: "Pensamos que estaba desmayado o algo así, porque no le veíamos sangre en el pecho, hasta que vimos la herida por la espalda. Rodeamos al policía y le obligamos a llevar a Miguel a la casa de socorro. Quiso negarse y le rompimos los cristales del coche. Estábamos cabreados al máximo. En la casa de socorro también atendieron a Sonia, pero tuvimos un enfrentamiento con el médico porque habían llegado muchos policías y uno de ellos le dijo al médico lo que tenía que poner en el parte de Sonia. Se lo llevó la policía". Los amigos del fallecido fueron también a la comisaría de Entrevías, pero se negaron a declarar si no estaba delante el juez de guardia, que no acudió al lugar de los hechos ni a la comisaría.

Un hermano del joven muerto afirmó que la familia se personará en la acusación particular. Miguel Colorado era el mayor de seis hermanos y había encontrado trabajo hacía poco. Su padre murió el año pasado en accidente laboral, por lo que la familia está atravesando una situación económica muy precaria.

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