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Un Estudiantes adulto hizo sufrir al Madrid

Luis Gómez

Han cambiado a la Demencia de su teórica posición en la grada. Poco menos que la han situado en el lado de la oposición en la grada de enfrente. Por eso ayer hubo pequeños momentos de confusión y algún atisbo de cisma. Sólo el grito "¡directiva dimisión!" alcanzó tonos unitarios. La presencia del Real Madrid acabó también por sembrar la unidad. Pero sobre la Demencia se ciernen negros nubarrones porque, al parecer, la buscan una especie de patrocinador.Real Madrid y Estudiantes celebraron encuentro amistoso sobre el papel. Hubo tensión en todo el partido, dureza, :incidentes y espectáculo. Al Real Madrid sólo le faltaba Fernando Martín, sentado de civil en el banquillo. El Estudiantes jugaba con Russell y Pinone recién llegados. El primero, con varios kilos de más, aunque una estructura más fuerte que hace un año; el segundo, recién casado. Aún así, y tras unos minutos de ventaja madridista, el partido se entonó y presentó igualdad.

Townes fue quien primero amenazó con una actuación impecable al aprovechar los efectos de un sistema hecho para él. De nuevo, encontraba posiciones sólidas mientras su marcador se quedaba atascado en algún bloqueo intermedio. Montes, su primer vigilante, tuvo problemas, pero Coll pareció que se pegaba mejor al norteamericano hasta que llegó a encasquetarse con Romay, situación de la que surgió un ingenuo codazo que llevó al madridista al banquillo. Hasta ese momento, sin embargo, el Estudiantes había igualado el partido. Había defensas duras y lucha descarnada por los rebotes. La salida de Iturriaga provocó un impulso que generé una ligera ventaja madridista al descanso (42-50).

En la reanudación, Montes sujetó a Townes -sólo cinco tantos en este período- y lanzó al equipo. Estudiantes llegó a tener ventaja de ocho en los minutos finales y el Real Madrid se vio obligado a protegerse con una zona 2-3, que le dio buen resultado ante la marcha de Pinone y Rementería por personales. El encuentro resultó movido, aunque no de gran calidad, y la experiencia madridista se notó en el último minuto, en el que aprovechó su ventaja en centímetros. Antonio Martín (2,09) jugaba marcado por Héctor Perotas (1,95).

El Estudiantes mostró sus posibilidades con unos norteamericanos acoplados al equipo, el Gil que ha llegado a internacional, la lucha de Rodríguez y Coll y la ascensión de Montes, un jugador más que prometedor que colocó un tapón a Biriukov que hizo levantarse al pabellón, y un Rementería que está dispuesto a despeinarse. Y es que Estudiantes; casi el mismo equipo de hace tres años, ha crecido y se ha hecho adulto.

Por su parte, el Real Madrid sigue ajustando sus sistemas y esperando a Fernando, a pesar de que Romay está muy suelto en su juego. Da la impresión, a veces, de ser un equipo en estado de interinidad, que se siente incompleto y no amarra del todo el resultado. Su defensa aún no ha alcanzado el nivel deseado.

La Demencia, finalmente, estuvo discreta. Se le notó escasa de rodaje y navegó en tono altibajo. Incluso recibió la recriminación de Vicente Gil por excesos verbales con los jugadores madridistas. "¡Vale ya, ¿no?!", les gritó Gil. Y la Demencia se calló, como si estuviera formada por alumnos de un colegio de curas.

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