Un pueblo feliz
El noruego se cree un hombre feliz uno de cada tres se considera muy feliz y el 16% dice ser razonablemente feliz. En números redondos, la mitad de la población del país nórdico no tiene empacho en colocarse entre los que creen ocupar una parce la de Paraíso en la Tierra. Razones no les faltan: son ricos; el paro es uno de los más bajos del mundo, y de los que trabajan, el 80% dice estar satisfecho con su empleo.En casa, que en la mitad de los casos es una vivienda unifamiliar, la pareja noruega y sus 1,7 hijos comparten siete de las 24 horas diarias y, debido a la dura climatología, dividen su tiempo entre la televisión, la lectura y los juegos. Entre semana pasan dos horas y media ante la pequeña pantalla, pero los fines de semana llegan a estar ante la televisión durante cuatro horas. La pareja noruega viene a leer también dos periódicos y medio diarios. Casi el 80% de los noruegos lee más de un libro al año y nada menos que el 20% lee más de 20 volúmenes anuales. Entre los deportes, ocupan un lugar de privilegio el esquí de fondo, practicado por todos los noruegos en los largos inviernos, y, en verano, los relacionados con el mar.
El noruego, como cualquier otro nórdico, mantiene pocos contactos con sus vecinos, y un tercio de ellos confiesa no contar con muy estrechas amistades. Esta frialdad se rompe los fines de semana, cuando los amigos se juntan para lo que a ojos de un mediterráneo es ahogar inmoderadamente en alcohol complejos e inhibiciones. Beben, sí, pero menos de lo que parece: 4,8 litros de alcohol al año, según las estadísticas. Como contrapartida, ingieren, en el mismo período de tiempo, 150 litros de leche.
En cualquier caso, y para encontrar lo que echan de menos, la mitad de los noruegos aprovecha las vacaciones para salir del país. ¿Qué buscan? Lo que los nórdicos llaman, en inglés, las cuatro eses: sex, sun, sea and spirits (sexo, sol, mar y bebidas alcohólicas). Deben conocer el secreto de la receta para mezclar debidamente esos cuatro elementos, porque el noruego medio alcanza una edad provecta: 79,4 años, ellas, y 72,6, ellos.
