Una niña muerta y tres heridos al ser atropellados por un camión sin frenos
En la clínica Santa Fe de Sabadell (Barcelona) continuaban ayer ingresados las dos niñas y el muchacho que resultaron gravemente heridos al quedar aprisionados violentamante contra una pared por un turismo aparcado en la calle de Calassanç Duran, de esta localidad, que previamente había sido arrollado por un camión remolque desfrenado y sin conductor. En el suceso perdió la vida la niña Eva María Juan Rodríguez, de nueve años de edad.
El camión, matrícula GE98630, pertenece a la firma transportes Padrosa, S A, de Figueres.En la unidad de cuidados intensivos del centro clínico sabadellense continuaban ingresados Juan Martínez Serra, de 16 años, mientras que pasaron a habitaciones normales para seguir convaleciendo, Silvia Zaragoza Amador, de seis, y Eva María Sala Aguilar, de 10 años. Los médicos de la clínica Santa Fe confiaban en la, recuperación de los tres jóvenes pacientes.
*El conductor del camión causante de la tragedia, Gabriel Vaquero, de 35 años, quedó detenido ayer por la mañana, a disposición del Juzgado número 2 de Sabadell.
El accidente aconteció a las 17.30 horas del lunes, cuando el conductor del trailer abandonó momentáneamente la cabina para preguntar por la situación de la calle de Calassanç Duran. Curiosamente, se encontraba en el comienzo de la misma. El camión, de súbito, se puso en marcha, ante los atónitos ojos del «conductor, que corrió en un vano intento de alcanzarlo.
El pesado vehículo colisionó contra un furgón y un Renault-5, finalizando su descontrolada carrera al empotrarse contra otro Renault-5.
El ímpetu del encontronazo revistió tal virulencia que el turismo quedó desplazado contra la pared, en el momento en el que pasaban por el lugar el muchacho, y las tres niñas, que quedaron aprisionados.
La acera y la pared quedaron manchadas con la sangre de los pequeños, quienes también perdieron las zapatillas, que permanecieron largo rato allí, igual que el carrito con su muñeco de una de las niñas.
"El espectáculo era horrible, los niños gritaban y se retorcían de dolor", comentaron algunos testigos presenciales.
Al conductor hubo que suministrarle tranquilizantes.
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