Perdidos en el monte mientras las estrellas empujan al Sol
Los signos anunciadores de una decantación de la próxima tendencia bursátil, si es que existen, optaron por dejar pasar la última sesión de la semana, en la que el índice general registró un descenso más contenido que en jornadas anteriores, al ceder solamente ocho centésimas.Es difícil que alguien esperase ayer que se produjera cualquier sorpresa, teniendo en cuenta la apatía de un mercado que no ha conseguido sobrepasar eficazmente la barrera de los 900 millones de contratación efectiva diaria (822,9 millones el lunes, 797,5 el martes, 819,5 el miércoles y 837,3 el jueves). Aunque estas cifras suponen un aumento respecto a la media registrada a lo largo del mes de agosto (en torno a los 600 millones efectivos diarios), también vienen a demostrar que compradores y vendedores prefieren mantenerse en una prudente espera.
Incluso los inversores extranjeros, tradicionalmente menos pacientes, parecen haberse tomado un respiro y en las dos últimas jornadas no han entregado más papel a la venta, por lo menos en las proporciones que en. la primera mitad de la tanda. La fuerte depreciación de la peseta frente al dólar norteamericano, que el viernes ganó cuatro pesetas en el mercado de Madrid, puede volver a poner sobre el tapete exterior las mismas dudas que forzaron aquellas ventas ante el temor a una posible depreciación o devaluación de la peseta.
La moneda estadounidense se beneficia de la crítica situación que atraviesa el mercado del oro y de los datos positivos sobre la evolución de la economía en Estados Unidos (fuerte aumento de las ventas de automóviles y descenso en la tasa de desempleo). Estas cifras, sin embargo, contradicen teóricamente las previsiones sobre un descenso de los tipos de interés en aquel país a lo largo de los dos próximos meses. La Reserva Federal parece estar dispuesta a endurecer la política monetaria en cuanto el relanzamiento lo permita para evitar un repunte inflacionario. El descenso del precio de los bonos es la primera manifestación de esta posibilidad.
No es extraño, por consiguiente, que el dólar se aprecie en todos los mercados internacionales. Pero su evolución respecto a la peseta ha sido más contundente que con otras monedas europeas frente a las que no ha obtenido una ganancia superior a 2,60 pesetas.
Por el momento el precio del dinero se ha estabilizado en la práctica. En el interbancario se pagaron ayer al 11,99% los depósitos a tres meses (frente al 11,98% de la jornada anterior), mientras que los depósitos a un día se situaron al 11,90% (11,96% anterior). Los pagarés de ventanilla a tres meses siguen al 11%.
A esta situación general poco favorable se unen las incertidumbres sobre los planteamientos fiscales para inversiones que recogerán los próximos Presupuestos. El mantenimiento del 305/0 sobre base para las deducciones, su posible rebaja al 25% o incluso el establecimiento de un tope de 1,2 millones de pesetas no puede satisfacer a los ahorradores. Pero todavía no se ha aclarado si el capital-riesgo gozará de mayores privilegios.
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