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Arzallus se declara partidario de mantener el diálogo con las organizaciones terroristas

El dirigente del PNV Xabier Arzallus reconoció ayer que no pensaba proseguir con la polémica mantenida en las últimas semanas con el presidente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, a la vez que sugiere que las acusaciones referentes a su presunta incitación a ETA a proseguir con la lucha armada sean supervisadas por los tribunales. Arzallus se muestra, además, partidario de seguir el diálogo con los terroristas.

En su habitual artículo dominical publicado en el rotativo nacionalista Deia, Xabier Arzallus, que no revela datos nuevos que aporten luz al trasfondo del mencionado debate, asegura que su partido se mostró favorable, desde un principio, al proceso de reinserción de ex miembros de ETA.Asimismo precisa que sus palabras, en el curso de las entre vistas mantenidas con los polimilis, fueron mal interpretadas por sus interlocutores; sin embargo, se muestra partidario de continuar dialogando con las organizaciones que practican la violencia.

En círculos políticos vascos se destacaba la voluntad de Xabier Arzallus y Juan María Bandrés reflejada en sus correspondientes artículos, de zanjar la polémica que se desat6 hace algunas semanas en términos tan agrios que han salpicado a otros sectores de la sociedad vasca.

Aunque en su anterior artículo, publicado el pasado domingo, Arzallus había insinuado que se reservaba cartas para la segunda ronda ("queda para otro día el comentario sobre la orquestación de esta polémica tal vez más importante que la polémica, misma"), lo cierto es que el líder peneuvista se limitó, ayer, a transcribir unos apuntes elaborados por uno de los representantes de su partido que se entrevistó con ETApm el 20 de agosto de 1982. En el mencionado texto no figura frase alguna que haga referencia explícita a las actividades terroristas.

Tras ofrecer su versión acerca del papel de intermediario que el PNV desempeña en el proceso de reinserción social de los ex miembros de ETA, que habían iniciado Juan María Bandrés y Juan José Rosón, Arzallus no oculta su indignación ante la inminente publicación de un libro elaborado por el presidente de Euskadiko Ezkerra en el que, al parecer, se afirma que destacados dirigentes nacionalistas se opusieron, en un principio, a la política de reinserción social.

Frente a la polémica entrevista realizada entre los dirigentes del PNV y dos portavoces de ETApm, en la que, según estos últimos, Arzallus realizó algunos comentarios que podrían ser interpretados como un aliento a proseguir con las armas, el dirigente nacionalista se remite a los apuntes extraídos al término del mencionado encuentro por uno de los representantes del PNV. "Nos preguntan", dice el mencionado texto citado por Arzallus, "por la existencia de pacto secreto con el PSOE. Se niega la existencia de tal pacto. Exposición por X de las dificultades actuales y venideras (LAU, recortes autonómicos, informes, etcétera), con lo que se preven dificultades en los últimos meses. Pregunta por posibles acciones unitarias. En tal caso se estudiaría el momento".

En un tercer apartado de los apuntes que cita Arzallus, figura una referencia explícita a las negociaciones supuestamente mantenidas entre ETApm y el Gobierno. "Sus conversaciones con Madrid, cachondeo. Piensan que comprando a la gente se soluciona el problema. Aguantaremos porque estamos dispuestos a negociar".Expresiones lacónicas

El texto de los apuntes continúa con sus expresiones lacónicas, "después de su tregua esperaban más concertación entre Euskadiko Ezkerra y nosotros. Piden si se puede dar esa posibilidad en el Parlamento vasco, aunque no sea en todo, sino en temas fundamentales. (Contestamos: difícil andar en plan novios, cuando se nos está incordiando en municipios, diputaciones, etcétera)".

Se añade en el mencionado texto. la posibilidad de mantener contactos entre los nacionalistas y los portavoces de ETApm. Es un tema que tuvo un trato estelar en la mencionada reunión. La delegación del PNV se refiere a sus interlocutores en los siguientes términos: "Necesitan (parece) poder demostrar a los milis y a la opinión pública que tenían razón apostando por el Estatuto, y que desarrollar el Estatuto es quitar fuerza a los argumentos contrarios".

Xavier Arzallus, tras señalar que "por lo visto algunos, a posteriori, dieron un valor diferente a nuestras palabras", insiste en que el PNV ha seguido trabajando por la pacificación. "Y seguiremos haciéndolo. Primero, porque no queremos libertad con sangre. Y segundo, porque el día en que en Euskadi callen las pistolas, con cuatro puntos básicos en que nos pongamos de acuerdo los que profesamos el nacionalismo, comenzará una etapa política decisiva para nuestro pueblo".

Por último, el dirigente nacionalista se refiere al manifiesto suscrito por más de 130 periodistas que denunciaron hace unos días sentirse coaccionados en su profesión por parte de algunos dirigentes políticos y se reafirmó en su idea de establecer una relación directa entre los parentescos de los periodistas y su labor como profesionales, lo que había motivado la protesta.

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