Un herido grave en el encierro de San Sebastián de los Reyes
Los encierros de San Sebastián de los Reyes se cobraron ayer su primer herido grave, en la persona de Félix Sardiña Gómez, de 31 años, vecino de la localidad, que resultó alcanzado en el costado derecho por uno de los toros del encierro. El toro, de la ganadería El Chaparral, entró en la plaza adelantado sobre el resto de la manada y no dio tiempo a Sardiña a buscar refugio. Después de ser intervenido urgentemente en la enfermería de la plaza, el herido fue trasladado a la residencia La Paz, de Madrid.
Las carreras ante las reses bravas continúan atrayendo la atención, y en menor medida los deseos de participación, de los vecinos de esta localidad madrileña de 40.000 habitantes, situada en el noreste de la capital. Los encierros de San Sebastián de los Reyes guardan un parecido considerable con los de las fiestas de San Fermín, de Pamplona. El conjunto de las fiestas de la Sanse madrileña han sido declaradas de interés turístico.
El encierro comenzó a las ocho en punto de la mañana. En apenas un minuto, los toros bravos que serían lidiados por la tarde por Antoñete, Julio Robles y Pepín Jiménez vieron abiertas las puertas del antiguo matadero municipal, subieron por la calle Real Vieja, torcieron hacia la derecha por la de Postas y enfilaron la calle Real y la de la Estafeta, para desembocar en la plaza de toros La Tercera. La participación en el encierro fue escasa. No hubo en San Sebastián de los Reyes corredores en puntas, mozos arrojados que esperan que las astas de las reses se encuentren a escasos centímetros de su espalda antes de echar a correr. Sí hubo diversión y buen humor en la plaza de toros, llena hasta la bandera de jóvenes de las doce peñas, músicos bullangueros y público.
A las ocho y un minuto, el primer toro, adelantado, entró en la plaza y asestó una cornada a Félix Sardiña, mal colocado, que no tuvo tiempo de buscar refugio. El herido fue intervenido quirurgicamente por el decano jefe de la enfermería de la plaza, el doctor Jesús Gálvez, quien le apreció "herida por asta de toro en región costal, a nivel del sexto espacio intercostal, que rompe musculos pectorales, entra en la axila y contunde el paquete vásculo-nervioso, y otra herida en región deltoidea, que rompe vasos de la región y deja el músculo deltoides al descubierto", de pronóstico grave. Tras la operación de urgencia en la enfermería dé la plaza, Félix Sardiña fue trasladado a la ciudad sanitaría de Ia Seguridad Social La Paz, de Madrid. El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes había advertido en un bando que los participantes en los encierros y en las capeas de la plaza de toros "lo hacen voluntariamente, no teniendo por tanto, el Ayuntamiento responsabilidad alguna caso de producirse algún percance".
Mientras Félix Sardiña se encontraba en la enfermería, en el coso taurino los jóvenes corrían detrás de las vacas, hasta que los animales reaccionaban y la persecución se invertía. En estas andanzas, la útima de las vaquillas se mató al arremeter contra una tarima instalada en la arena como refugio para los mozos en situación peligrosa.
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