La estrategia de la Reserva Federal de EE UU, nueva incertidumbre en los mercados financieros
Las magnitudes macroeconómicas dadas a conocer esta semana, aunque importantes, no han despejado el panorama económico en los Estados Unidos. Si bien la tasa de crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) para el segundo trimestre fue revisada al 2% frente al 1,7%, inicialmente estimado, lo cierto es que esta mejoría es sólo aparente, ya que es debida a la acumulación de existencias de las empresas. Por otra parte, el descenso en un 2,8%, de los pedidos de bienes de equipo para julio no es indicativo de fortaleza económica. Lo que sí dio lugar a optimismos fue la publicación del índice de precios al consumo para julio en alza de tan sólo un 0,2% lo que sitúa la tasa de inflación en un 3,5% anual para los siete primeros meses del año. Con estos datos en mente, la comunidad financiera centra ahora toda su atención en los mercados monetarios domésticos con el fin de intentar descifrar el resultado de la reunión que la Reserva Federal (FED) ha llevado a cabo esta semana para fijar el curso de su estrategia. Con el crecimiento económico moderado y sin perspectivas de un próximo relanzamiento, una tasa de inflación muy favorable y un sector industrial muy perjudicado por las importaciones baratas, los analistas de Shearson Lehman Brothers entienden que la Reserva Federal tiene motivos suficientes para distender algo la política monetaria. Sin embargo, probablemente continuarán con su postura de wait and see, con la esperanza de ver una mejora económica que debería ocurrir pronto en respuesta al descenso que los tipos de interés han experimentado a lo largo del año.En este contexto, la Bolsa experimentó una fuerte subida en las sesiones del martes y miércoles, sin duda estimuladas las inversiones por la cifra del PNB. Sin embargo, toda la ganancia se perdió en las sesiones siguientes cayendo el Dow Jones después de alcanzar la cota 1328, a los, niveles de comienzos de semana, es decir 1318. Estas fluctuaciones tan estrechas se vieron acompañadas de un igualmente exiguo volumen de contratación y pone de manifiesto la actitud de paciente espera de los inversores. Cualquier dato favorable debería por tanto provocar la aparición del dinero.
El dólar ha tenido un comportamiento muy similar al de la Bolsa. En efecto, tras empezar el lunes cotizando alrededor del 2,75, durante el martes y el miércoles llegó a tocar 2,79, para después volver a los niveles de principios de semana, mostrándose incapaz de romper la barrera de 2,10, ya que la coyuntura económica EE UU no aporta mucha convicción en favor del dólar. ilustrativo de esta situación fue el desplome de la divisa al saltar a los mercados los rumores de que algunos representantes del FED no veían factible alcanzar el crecimiento por ellos mismos mercado hace unos meses.
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