La inactividad alcista de una tranquila semana verano

El aspecto dominante en esta última semana ha sido otra vez la inactividad, si bien en esta ocasión los precios han mantenido una discreta orientación alcista. La tendencia a la baja de los tipos de interés de los pagarés del Tesoro ha sido la piedra de toque en la que se han contrastado la mayoría de las operaciones realizadas a lo largo de este ciclo, abandonándose con ello, aunque sólo en parte, el dominio que la inversión a corto plazo había venido ejerciendo sobre los mercados en la primera quincena.La estabilidad de los volúmenes de contratación en torno a los. 600 millones de pesetas en el mercado madrileño indica que el dinero no ha sido, ni mucho menos, el protagonista de estas sesiones. La ausencia de las instituciones quita a las bolsas esa base que, mediante un nivel alto en la Contratación ' garantiza la estabilidad de las cotizaciones y le resta importancia a la inversión a corto plazo.

Ha sido, pues, la retirada paulatina del papel la que ha propiciado la recuperación, siempre pequeña, de algunos valores. La fiabilidad de estas subidas es esta vez mayor, ya que se han centrado en algunos sectores de los comúnmente considerados como sólidos. Los avances de 3,11 de las eléctricas, 2,13 de construcción y de 2,59 en comunicaciones permiten pensar que se trata de una toma de posiciones a la espera de la incorporación institucional.

La presencia de mayores contingentes de dinero habrá de definir la orientación de los mercados, y el preludio parece indicar que esta orientación será positiva, aunque aún hay que esperar algunas pequeñas sorpresas por parte de la especulación.

Evidentemente, la tendencia a la baja de los tipos de interés habrá de mantenerse para que la renta variable pueda confirmar estas expectativas. Por el momento el índice general del mercado madrileño ha recuperado la cota del 111 % que perdió en la segunda sesión del mes, con lo que prácticamente se anula la diferencia negativa que se registraba en relación al mes anterior.

Los gráficos muestran una línea casi plana en el desarrollo de los mercados de valores, línea que indica que los inversionistas se mantienen a la espera (le acontecimientos sin permitir que los precios rebasen ciertos límites, tanto al alza como a la baja, ya que el dinero y el papel están apurando las posibilidades al máximo, y un par de enteros de diferencia puede considerarse, en un momento dado, un beneficio interesante. Si se confirma la caída en el precio del dinero los mercados efectuarán el ajuste en las próximas semanas, pero, para que se produzca una recuperación fuerte habrá que esperar otro tipo de acontecimientos. Por ahora, y sin que sirva de precedente, bien está el haber abandonado la apatía veraniega.