Un británico despierta a la Real
Él ha obrado ya algún milagro. Él ha hecho que la afición de la Real Sociedad, casi pasota, por desencantada y aburrida, recupere el entusiasmo de los tiempos de los dos títulos de Liga. Él llegó bajo el signo de, la polémica, pero tan sólo por ser extranjero, porque ciertos ultranacionalistas. tiraron a dar. Él es alto Y esbelto, como la torre central del castillo de Cardiff, donde nació, hace 36 años, Él jugó en el mejor Liverpool y fue el primero en marcarle un gol a Arconada, hace casi 10 años, en el debú oficial del guardameta. Él ascendió al Swansea, modesto club galés, de la Cuarta a la Pritnera División inglesa.
Él se llama John Toshack y viene del País de Gales. Quizá por eso se espera que convierta a Atocha en País de Goles. Él, dicen, dará cerrojazo al cerrojazo. Él se ha callado cautelosamente que es el autor de punta a cabo de un libro con su autobiografía, y Miembro del Imperio Británico, encomienda concedida por la reina de Inglaterra como premio a sus méritos deportivos.Toshack es dos veces campeón de Europa con el Liverpool, 42 veces internacional con Gales y autor de 225 goles en 518 partidos. Era un atacante nato para, un equipo demasido anquilosado en sus obsesiones defensivas. De momento, ya entiende el español.
Hablar hoy de la Real Sociedad, equipo líder de nuestro fútbol al comienzo de esta década, es hablar de él. El pertinaz goteo de bajas de socios ha cesado y muchos de los que se marcharon han vuelto al redil.
La cuestión estriba ahora en demostrar si los tópicos sobre la decadencia del club en los últimos años respondían a bases reales; o si, por el contrario, eran los cerebros los que, estaban aun más agotados que las piernas. Lo evidente es que el equipo aburría y se aburría jugando. Qué había sido humillado en casa, con manifiesta inferioridad ante los dos equipos de Madrid y el Athlétic, a lo largo de la segunda vuelta, cuya puntuación fue de equipo en peligro de descenso.
El Sanse, el mejor equipo nodriza de nuestro fútbol, decían que no tenía jugadores con los que suplir a los de arriba, cuya pirámide de edad iba envejeciendo de manera preocupante. Pero daba la impresión de que se había creado un cerrado escalafón de antigüedad, en el que para ascender había que ser, sobre todo, veterano, mientras se respiraba una sistemática desconfianza en los jóvenes, se daban multitud de bajas y el equipo filial, alicaído tras el cese de Expósito, estaba a punto de bajar de Segunda B.
La plantilla para la temporada presenta como novedades las bajas de Kortabarría, Diego, Olaizola y Murillo, los tres primeros, jubilados, y el último, en busca de equipo. Y otra baja, en este caso polémica, ha sido la de Tomás Orbegozo, que se acabó marchando al Spórting. Y un alta, López Recarte.
Como telón de fondo, queda el caso de la compra de la baja del portero juvenil Lopetegui Aguerre, que ha dado ocho millones al club por su carta de libertad, para irse al Real Madrid, y que ha puesto de manifiesto la necesidad de un replanteamiento en la política de cantera, con el fin de no invertir para beneficio de los demás, como consecuencia de la nueva normativa.
Un recorte presupuestario de unos 100 millones de pesetas, los 25 recibidos como subvención del Ayuntamiento donostiarra y la perspectiva de la remodelación de Anoeta para el fútbol y el atletismo, configuran este punto de la historia de la Real. Su presidente, Alkiza, definió la temporada como trascendental, con un nuevo estilo, que ayude a enterrar los demonios familiares de la mejor fábrica de porteros de nuestro fútbol.
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