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Un herido grave por la explosión de bidones de nitrocelulosa en la estación de Peñuelas

Juan Vallejo Muñoz, de 32 años, casado y con dos hijos, capataz de mercancías, resultó herido con quemaduras graves en un incendio que se produjo tras la explosión de seis bidones de nitrocelulosa -sustancia inflamable- en la estación ferroviaria de mercancías de Peñuelas, en el barrio de la Arganzuela, a las 17.30 de ayer. La explosión, que causó una gran alarma entre los vecinos de las viviendas próximas, provocó roturas de cristales. La sustancia es la misma que causó un incendio semejante el pasado 27 de junio, y se encontraba, desde entonces, almacenada en la zona aduanera.

El trabajador herido, junto con otros cuatro empleados, se encontraba subido en un vagón de ferrocarril que efectuaba una maniobra de enganche cuando escucharon tres grandes explosiones, según afirmó un empleado. Vallejo Muñoz, que hoy debía comenzar sus vacaciones estivales, resultó alcanzado por las llamas que se produjeron tras las detonaciones. El capataz fue trasladado al centro de quemados de la Ciudad Sanitaria La Paz. Un familiar del herido informó que las quemaduras, de segundo grado, le afectaban al 85% del cuerpo y que su estado era muy grave. El propio accidentado repetía, según este familiar: "Otra vez, otra vez".Testigos presenciales aseguraron que las casas habían vibrado y por la zona se podían ver numerosas persianas y cristales rotos. La techumbre de la nave saltó por los aires y el incendio destruyó numerosas mercancías, almacenadas alrededor de los bidones. El suelo quedó sembrado de bombillas, material didáctico y pianos.

Los vecinos se quejaban, en medio de un gran nerviosismo, de la peligrosidad de los productos que Renfe mantiene en esas instalaciones.

La asociación de vecinos de la Arganzuela presentó después del accidente una denuncia en el juzgado de guardia por la instalación de industrias peligrosas en el centro urbano. En el juzgado quedaron depositados trozos de uralita y de bidones que habían sido encontrados a más de 200 metros del lugar donde se produjo la explosión.

Fuentes de Renfe aseguraron que la mercancía, que procedía de Hungría, podría encontrarse en mal estado. La misma fuente aseguró que los bidones no habían sido retirados, por la empresa Quimica Ibérica S.A., destinataria de la mercancía, porque los funcionarios de la aduana decidieron que permaneciera allí almacenada.

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