Todos quieren vender para pagarse las vacaciones

La temporada de vacaciones comenzó en los mercados de valores con una serie de realizaciones de beneficios que no perdonó a casi nadie. La afluencia de dinero en las últimas reuniones logró camuflar el proceso vendedor de final de mes, y, a decir verdad, éste no habría llegado a producirse de no ser por la oportunidad de la ruptura, por parte de los empresarios, de los acuerdos para la concertación social.La favorable evolución del índice de precios al consumo correspondiente al pasado mes de junio ya se había valorado suficientemente en la sesión precedente, y el buen ambiente que ahora parecía haber entre las compañías eléctricas y la Administración no venía a ser más que el colofón de la discreta recuperación que vienen registrando las bolsas, avalada por el incremento en la media diaria de contratación del mes de julio, la más alta desde febrero aunque todavía muy lejos de aquellas cifras.

El caso es que ayer la existencia de algún dinero no fue obstáculo para que el papel se impusiese en la mayoría de los casos, rompiendo el equilibrio de las anteriores jornadas y obligando a los precios a replegarse. Incluso aquellos valores que se encuentran bajo el influjo de la inversión a corto plazo se vieron frenados en su carrera, pero no sin dar testimonio algunos de ellos de la existencia de dinero a precios muy cercanos a los del día anterior. Los corros resultaron menos animados, pero consiguieron no dejarse llevar por el ambiente veraniego que, sin lugar a dudas, se respira por los parqués.

Un dinero prudente y un papel no excesivamente empeñado en bajar los precios fueron las notas más destacadas de esta sesión, cuyo mejor resumen puede encontrarse en los valores bancarios, que resultaron uno de los grupos más equilibrados.

El pago de algunos dividendos fue un aliciente adicional para los escasos asistentes: inversiones Balboa descontó un complementario de 20,50, que abonó el pasado día 24 y que recuperó íntegro; Saltos del Nansa, por su parte, recuperó 3,10 enteros de las 82 pesetas que pagaba a cuenta de este ejercicio; el Banco de Santander también recuperaba parte de los dos dividendos que recibieron sus accionistas, un complementario de 4,92 y otro a cuenta del presente ejercicio de 24,60, de los que tan sólo descontó cinco enteros del precio de sus títulos; el Banco Herrero descontó las 57,40 que pagaba a cuenta de este año y cedió además 13,52 enteros, y, por último, Koipe abonó 45,10 pesetas como dividendo complementario, pero sus acciones no cotizaron.

En cuanto a los pagarés, se volvió a registrar un aumento en la actividad tras varios días en los que el negocio fue escaso. Las operaciones con pacto de recompra sumaron 3.752 millones de pesetas, realizándose la mayor parte de ellas a un plazo entre 8 y 15 días, con un interés máximo anual del 11,299%. Las operaciones a vencimiento sobrepasaron apenas los 200 millones de pesetas, y el rendimiento máximo que alcanzaron fue de 13,221 puntos. Los pagarés de impreso se mantienen casi inoperantes, habiéndose negociado ayer tan sólo dos, por un importe de un millón y medio de pesetas; su rendimiento máximo fue del 12.211%.