Ralph Alfidi

Ralph Alfidi, de 53 años, italiano de nacimiento, doctor en Radiología por la universidad de Virginia, en 1975 consiguió por primera vez en el mundo hacer un diagnóstico clínico de todo el cuerpo humano con un escáner, cuando hasta entonces esa incipiente técnica se empleaba sólo para explorar el cráneo. El resultado de sus investigaciones permitió obtener imágenes tridimensionales del interior del organismo. Se le considera autor de la principal aportación de Estados Unidos al campo del escáner, un invento inglés.

Alfidi se ha convertido en un solicitado conferenciante y articulista. "Hay que elegir lo mejor para el enfermo, ante los claroscuros de los avances técnicos y las presiones de diversa índole", es su latiguillo habitual.Se considera privilegiado p sus raíces latinas y su mentalidad americana. "Mi madre viajó a Italia como turista americana y se casé allí. Nací en Italia, pero después nos trasladamos a Chicago".

Ha olvidado a quién pertenecía el cuerpo que exploró por primera vez con el escáner, aunque sabe que era una mujer, pero asegura recordar con nitidez la imagen de "aquel hígado con un tumor gordo...". La idea que le ha hecho famoso surgió de una forma muy simple: "Ojeando una publicación científica que publicaba unas imágenes del cerebro hechas con TAC pensé que el escáner podría tener una utilización más amplia". Convenció a varios colegas y empezó unas investigaciones con órganos cedidos por la morgue de un hospital. En 1972, la empresa Technicare le ofreció construir un escáner para plasmar su idea: "Con aquel aparato empezamos a detectar anomalías en pacientes a los que no cobrábamos, y en el año 1975 conseguimos hacer el primer diagnóstico por este sistema", recuerda.

Antes, al inicio de los setenta, Alfidi trabajaba en el Medical Center de Cleveland con un equipo -26 médicos, 30 residentes y algunos fisicos y técnicos- que estudiaba la angiografía, una técnica de exploración basada en los vasos sanguíneos. Aquellos mismos días -corría 1971- un físico inglés estaba a punto de revolucionar el mundo de la radiología. Houndsfield, que en 1979 ganaría el Premio Nobel de Física, alumbró el escáner, después de investigar en torno a la aplicación de los rayos X a los ordenadores.

Alfidi califica aquel descubrimiento como "un importante hito histórico que permitió visualizar el organismo desde otra perspectiva, diferente a la imagen plana a la que nos tenía acostumbrados la radiología tradicional". Sin embargo, con aquel escáner sólo se podía explorar el cerebro. Y recuerda el primer contacto que tuvo con el físico inglés: "Le sugerí ampliar la aplicación del aparato, pero desechó mi propuesta aduciendo que no funcionaría. Posteriormente, cuando demostré que era posible obtener imágenes fiables sobre el resto del organismo, cambió de opinión y desarrolló también esta vertiente".

Explica una anécdota sobre el escepticismo con que en algunos medios se recibían sus investigaciones: "Houndsfield y yo coincidimos en un congreso en el que él era la estrella. Presenté mis casos, y al terminar, un prestigioso neurólogo, James Bull, me preguntó si los protagonistas de mis diagnósticos ya estaban muertos. Por suerte vivían todos".